Un hándicap que se repite

El Málaga se queda con diez. Un mensaje repetido hasta en la sopa. De nuevo, otra expulsión. En esta ocasión, doble amarilla de Juande. El defensa cordobés vio la segunda cartulina por una falta clara sobre Jorge de Frutos. Otra vez el equipo de Pellicer se quedó con un efectivo menos. Un hándicap que se repite en el Málaga hasta en cuatro ocasiones desde que aterrizó el de Nules hace ya ocho jornadas. En total, los blanquiazules han sufrido siete expulsiones esta temporada.

Ante el Levante, el Málaga se quedó durante ocho minutos con un hombre menos. Juande fue expulsado en el 61′ y prácticamente a renglón seguido, Jorge de Frutos, en el 69′ también acabó en el túnel de vestuarios.

En clave blanquiazul es una mala imagen que se convierte en bucle. Hasta cuatro expulsiones. Cuatros rojas que trastocan el plan de partido de Pellicer y han afectado de manera negativa en el devenir del encuentro.

La primera llegó ante el Real Oviedo. El equipo asturiano anotó el 0-1 a través de Manu Vallejo. Un minuto después, protestas de Esteban Burgos al linier y posterior expulsión de De la Fuente Ramos. Casualidades o no, es el mismo ‘juez’ que envió hoy a la grada a Juande Rivas por doble cartulina amarilla. Aunque el resultado no valía, su expulsión no trastocó el marcador y los blanquiazules mantuvieron el punto de antes de la roja.

Donde sí afectó este hándicap fue tanto en Albacete como en casa ante el Racing de Santander. En el Carlos Belmonte, Luis Muñoz fue expulsado. Dos amarillas instantáneas. Es verdad que los de Pellicer no estaban firmando una buena primera mitad, pero antes de esa innecesaria acción los malaguistas vencían 1-2. El encuentro acabó con derrota (3-2).

La penúltima expulsión se produjo en casa. Ante el Racing de Santander. Era una final para los blanquiazules. Nada más arrancar la segunda mitad, Genaro vio la roja en una acción dura contra el jugador visitante. En ese momento, tablas en el marcador. Finalmente, el choque acabó con derrota por la mínima (0-1).

En definitiva, un hándicap que se repite en el Málaga y que casi es tendencia en la pizarra de Pellicer. En cuatro partidos de ocho disputados, siempre se ha quedado con un jugador menos.