La baja de Luismi Sánchez ha trastocado mucho los planes del Málaga CF en el mercado de fichajes. El primer parte médico confirmaba varias fracturas maxilofaciales que precisarán intervención quirúrgica. Sin embargo, la inflamación provocada por el golpe impide por ahora que pueda ser operado, por lo que permanece ingresado en el hospital. Según las primeras estimaciones, el Málaga CF contempla la posibilidad de que Luismi Sánchez esté apartado de los terrenos de juego durante un periodo cercano a cinco meses. Esta nueva situación ha provocado que el club vigile la posibilidad de firmar un mediocentro en estas dos semanas que quedan de mercado de fichajes.
Esto ya tuvo lugar el pasado mes de agosto de 2024. En aquella ocasión fue otra lesión, la de Lobete, la que trastocó todo. El parte médico del extremo de Lezo auguraba una baja de hasta seis meses de duración. Los primeros apuntes hablaron de fractura del sesamoideo, una lesión que casi acaba con la carrera de Julio Baptista. Por culpa de esta lesión, el Málaga firmó a Rahamni, un fichaje que ilusionó mucho, pero que acabó siendo un absoluto fracaso. Es por eso que en La Rosaleda no quieren volver a precipitarse de nuevo este verano.
El Málaga sólo se plantea una incorporación. O viene un extremo, que era el plan inicial, o un mediocentro. El club costasoleño lo tiene claro. El problema no es tanto de límite salarial, sino de fichas. Si la lesión de Luismi Sánchez es de 5 meses, el club se puede acoger a la normativa de LaLiga para ahorrarse el cómputo de un 80% de su ficha y si es de cuatro meses hasta un 40%. La baja de Luismi Sánchez ha trastocado mucho los planes del Málaga CF en el mercado de fichajes. En el club no quieren un nuevo caso Rahmani y esperarán a que Luismi Sánchez se opere a finales de esta semana o comienzos de la siguiente.