
MÁLAGA, EL DESTINO PREFERIDO DE DIEGO MARTÍNEZ DESDE 2008
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@Danielnz97 || Diego Martínez, el entrenador del Granada CF, empezó la temporada como el más joven de Primera y Segunda División. El de Vigo es ahora el segundo técnico de menor edad tras la llegada de José Alberto (36) al banquillo del primer equipo del Sporting de Gijón. Con 37 años, a punto de cumplir los 38, Diego puede presumir de llevar una trayectoria, hasta el momento, al alza: cuatro años en Tercera División (Arenas de Armilla, Motril y Sevilla C), ascenso con el filial sevillista desde Segunda B y tres años de experiencia en la categoría de plata: la primera, con el propio Sevilla Atlético; la siguiente, con el Osasuna; y, ahora, con los nazaríes. Es decir, cada año en un club con aspiraciones más altas que el anterior.
El del sábado (18:00 horas) será su primer partido contra el Málaga CF y, por tanto, su estreno en La Rosaleda. Sin embargo, el vigués ya sabe lo que es enfrentarse a un equipo de la provincia. Sus últimos rivales malagueños fueron El Palo y Marbella. Contra ambos, en su etapa en el Sevilla Atlético, en Segunda B. Antes, cuando entraba en Tercera al Arenas de Armilla o al Motril, ya se midió al Alhaurino, Vélez, Fuengirola… Pero su última derrota en la capital de la Costa del Sol llegó hace más de una década, el 12 de octubre de 2008, en su visita al Unión Estepona (3-2), en el que jugaba el exmalaguista Catanha, que marcó el tanto del empate a dos para remontar un 0-2 inicial.
Inexperto, novato, bisoño… Son algunos de los calificativos que normalmente tiene que escuchar un rapaz -muchacho joven en gallego- del gremio como Diego Martínez, que aún no ha alcanzado los cuarenta y que cuenta con una experiencia corta en la élite, cuando las cosas no van bien. Y eso es lo que le podría tocar al extécnico rojillo si cae este sábado contra el Málaga CF en La Rosaleda, donde los blanquiazules lo han ganado todo, ya que podría bajar a la quinta plaza y ver al líder a una distancia de ocho puntos, según los resultados que se produzcan. De esta forma, sumaría cuatro partidos consecutivos sin ganar y un nuevo disgusto que podría generar un océano de dudas en torno al equipo y al propio Diego que parece haberse empezado a gestar ya tras la derrota en casa del pasado viernes ante el Sporting de Gijón.
