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@Pedromartinper | Después de siete encuentros en las gradas, Dani Pacheco regresa a una convocatoria. Lo hace tras casi un mes y medio lesionado. El pasado 11 de septiembre, durante un entrenamiento, el isquiotibial de la pierna derecha del jugador dijo basta. Con las pruebas médicas realizadas, parecía que lo del pizarreño no duraría más de un mes, pero se ha extendido varias semanas más. Hoy, Pacheco puede sonreír por formar parte de una lista.
Es cierto que el centrocampista no se encuentra al cien por cien de su estado físico, por lo que, a priori, si salta al césped de Riazor no será para más de media hora. Suficiente tiempo para volver a disfrutar del fútbol y ayudar al equipo. El jugador, además, no está en su plenitud mental. Las lesiones y las oportunidades perdidas, consecuencia del desánimo de la afición hacia el `22´, son un lastre que persigue al malagueño, aunque solo él le puede dar la vuelta a la situación.
Y condiciones tiene para ello. El Málaga solo dispara tres veces a puerta por partido, lo que demuestra la incapacidad de la segunda línea ofensiva para filtrar balones. Precisamente, es en este aspecto donde más puede contribuir Pacheco, capaz de ver un último pase donde nadie más puede. Con el planteamiento de Víctor de dar el carril a los laterales blanquiazules, Dani abandonaría la banda para jugar más por dentro, donde hace más daño y lugar más natural para él. La oportunidad, después de siete partidos fuera, la tiene encima de la mesa para aprovecharla. Ahora, la pelota está encima del tejado de Pacheco.