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@JuanjeFernandez || El debate está en la calle. Es inevitable que el malaguista de a pie se preocupe por la situación de su equipo después de que se hayan disputado dieciocho jornadas del campeonato nacional de Liga. Víctor Sánchez del Amo sigue manteniendo que la clasificación es anecdótica, pero lo cierto es que los números blanquiazules están lindando con las peores temporadas históricas del club boquerón. Cada jornada que los malaguistas pasan en descenso a 2ºB la situación se vuelve menos casual y más real, y han sido ya un total de ocho las que los malacitanos han tenido que dormir en puestos de descenso.
La primera vez que los de Martiricos cayeron a la zona roja de la tabla fue tras el empate a dos con el Zaragoza en La Romareda. Fue en una jornada intersemanal y aunque el hecho de puntuar en un campo complicado supo dulce, la realidad dio su primera dosis a los de Víctor. Cuatro jornadas después y dos victorias, los andaluces consiguieron abandonar la zona de descenso de manera momentánea y por una sola semana. Tras perder con la Ponferradina en El Toralín, volvieron los viejos fantasmas. El empate a cero contra el Fuenlabrada salvó los muebles una jornada más, pero los últimos resultados blanquiazules han vuelto a llevar al equipo al pozo.
El vaso se puede ver medio lleno o medio vacío. Los de Víctor solo necesitan tres puntos para dar caza a sus rivales próximos en la tabla (Oviedo, Sporting de Gijón y Tenerife; su próximo rival). También se puede ver el lado negativo. La zona media alta se encuentra cada vez más lejos y un mal resultado ante los canarios podría dejar a los costasoleños en penúltima posición.
El banquillo se lamenta tras una ocasión // Marilú Baéz