«Antoñito, el fútbol no tiene memoria»

Empezaba mi labor en la información deportiva a comienzo de los años 90 cuando un importante deportista malagueño me dijo una frase que me viene como anillo al dedo para este Con Rigor. ‘El fútbol no tiene Memoria’, y valga esta sentencia para el deporte y la vida en general. El sábado en La Rosaleda se vivió un capítulo más de esta circunstancia con la figura de Antoñito Cordero como diana. Respeto la libertad de expresión, lo mismo que pido que se respete mi opinión, pero no puedo entender que al jugador que tiene escrito su nombre con letras de oro en la historia del fútbol malagueño, se le pite. No debería recordar que este chaval, además de lograr el gol en Tarragona que significó el ascenso a Segunda división, se echó junto a otros adolescentes la responsabilidad del equipo a la espalda a lo largo de la pasada temporada, esa donde profesionales llamados a adoptar dicho papel ni aparecieron.

Sinceramente, pienso que las muestras de desaprobación no deberían ir dirigidas a Antoñito Cordero, sino al palco, es decir, al triunvirato formado por Muñoz, Juarros y Pérez, porque no ha sabido gestionar la situación con el jugador y su entorno para alcanzar la renovación que, por el contrario, sí se supo hacer con Izan Merino o Aarón Ochoa. El gol de Antoñito en Tarragona elevó su cotización, pero no sorprendía a nadie el descaro que como futbolista exhibió el jerezano a lo largo de la temporada, por eso considero que se tardó demasiado en abordar la situación con decisión para retenerlo.

Los hechos, o la torpeza de los dirigentes, jugaron en contra del club. Ahora, el jugador y su representante tienen la sartén por el mango, y de nada sirve que desde las altas esferas se haya hecho una campaña sibilina durante la semana pasada para poner a la afición en su contra a modo de presión. Antoñito, como tantos y tantos jugadores, pasará dejando tras de sí un legado en la historia del malaguismo, lo lamentable es comprobar que, desde la zona noble de La Rosaleda, precisamente, de noble hay poco. Para zanjar este tema les pregunto, ¿rechazaría usted una oferta de trabajo que mejore las condiciones laborales y económicas que tiene en su actual empresa por mucho que haya vivido en ella su crecimiento y le unan incontables sentimientos? El tren pasa una vez en la vida. Ahí lo dejo.

Mención aparte me merece eso de los ‘desayunos informativos’ donde más que informar, se dirigen voluntades. Me muestro contrario a estas iniciativas donde el periodista queda de manera injusta en entredicho y señalado. Si se quiere informar que se haga con luz y taquígrafo, con micrófonos por delante y con los aficionados pudiendo escuchar lo que se dice para que todo el mundo sepa cómo se pretende justificar lo injustificable: la situación de Antoñito; la venta de Roberto al Braga, el mismo club que te ningunea en el caso Horta; la remodelación de La Rosaleda para el Mundial y lo que califican de perjuicio al Málaga, que, no hace falta recordar, no es propietario de la instalación; lo del recuento de espectadores que acuden a los partidos y pasan ¿o no? por los tornos; etc… La fórmula de ‘echar de comer’ a la prensa ya debería estar desterrada, y la prensa negarse a acudir adonde se les impone que no habrá declaraciones públicas. 

Del partido, por último, acabaré diciendo que lo único que no refleja la superioridad del Málaga sobre el Cartagena, es solamente la cortedad del marcador. Creo que ha sido de los partidos que más tranquilo he vivido viendo las decisiones del VAR y a nuestro equipo, eso sí, con la incertidumbre de lo ajustado del resultado, aunque para eso está el ‘Santo’ Herrero con su milagro a modo de parada de cada partido. Me alegro enormemente del crecimiento de David Larrubia, ya que me consta que desde la humildad está trabajando a destajo para mejorar cada día y el resultado de su esfuerzo se está notando partido a partido.

Por último, creo que se está generando un debate en torno a la figura de Kevin cada vez con más argumentos a favor (llámenlo el sector ‘Kevinista’) y otros no tanto. A mi modo de ver, el del Llano de la Trinidad tiene condiciones para encarar, tener verticalidad y pisar área, como demostró en la jugada en la que provocó el penalti o en la lucha por la recuperación de balones tras pérdida, pero otros aspectos desesperan al más malaguista cuando se pierde en fintas, regates en zonas no apropiadas, conducciones en horizontal y esfuerzos innecesarios. Por sus condiciones, a Kevin le pido bastante más. 

PD: Felicidades Antoñito por alcanzar la mayoría de edad esta semana. Espero que sean muchos años más vestido de malaguista.

José Manuel Velasco

Redactor Onda Cero Málaga