«Cordero de Dios que quitas el pecado de Muñoz»

Como quiera que estamos ya a un paso de la Cuaresma, celebración de la cristiandad y de los que como yo somos católicos apostólicos romanos, lo de Roma porque la sede del Vaticano está en la ciudad romana, previa a la Semana Santa, no quiero perder la oportunidad ni de recordarlo, casi ningún medio de comunicación que no sean la COPE, La Razón o el ABC, nos informan ya al respecto, ni de insistir en ello año tras año cada vez que la fecha se acerca. A fin de cuentas soy un pecador y nuestra Fe Cristiana se basa en el perdón y en la resurrección de las almas. Por supuesto rezo cada día por la salud del Santo Padre Francisco como hacen millones de fieles en todo el mundo. La extensa y deplorable lista de “pecados” en la gestión del administrador judicial, José María Muñoz, me recuerda que ser católico es algo maravilloso en mi vida pues al igual que pueden perdonar mis pecados mi condición religiosa también me obliga a perdonar los suyos. Eso sí, perdonar no es olvidar.

Uno de los pecados más graves en la gestión del administrador judicial y el equipo que lo rodea es no haber sabido ampliar el contrato de la “joya” malaguista Antoñito Cordero, que pese al maltrato mediático del club y las muchas presiones sufridas cada vez que salta al terreno de juego, no solo cumple como uno más sin un contrato profesional adecuado a su categoría, sino que no se esconde, mete el pie, pelea y sigue siendo fundamental para el rendimiento del equipo. No son pocos los aficionados que han afirmado que no debería jugar más en nuestro Málaga CF por negarse a renovar.

Me imagino que todos ellos cuando marcó el gol de penalti anoche al igual que el malaguismo entero dieron un gran salto de alegría y celebraron el tanto de un brillantísimo empate ayer de los de la capital de la Costa del Sol frente a un multimillonario en presupuesto Almería CF. Su gol de ayer pone de manifiesto, una vez más, que aguanta la presión, que sigue sintiendo los colores blanquiazules y que pese a todo es un pecado y no venial precisamente, que Sergio Pellicer lo tenga relegado a jugar los últimos minutos de los partidos y no aproveche lo suficiente la tremenda calidad de un futbolista diferente al resto del plantel malacitano. Añado, sin embargo, la valentía extraordinaria del de Nules asignándole ayer desde el banquillo para que fuese él y no otro compañero quien lanzara el penalti que otorgó el empate a los blanquiazules. Por cierto, muy mal en la sala de prensa y con una salida de tono, una vez más, a la pregunta de nuestro compañero Ismael López, sobre quien lanzaba el referido penalti.

Ello demuestra lo nervioso que está con el Caso Cordero, como ya ha referido en otras ocasiones en rueda de prensa. Más que enfadarse con nosotros, que está en su derecho, debería enfadarse con quienes en el club no han hecho los deberes y, sobre todo, con el director deportivo, Loren Juarros, cuyo “trabajo” en el mercado invernal ha dejado mucho que desear. Volviendo al encuentro el golazo de Dani Sánchez, como está en las últimas jornadas, y el tanto de Antoñito Cordero, premiaron la Fe que los futbolistas costasoleños tuvieron en la remontada frente a los de Rubi, y su espíritu de lucha demostrando que este equipo tiene alma además de que rara vez se rinde.

Si al Málaga CF de Pellicer hay que definirlo como algo es por ser un equipo de autor hay que destacar algo importante es su capacidad de resistencia y hay que ganarle varias veces en un mismo encuentro y ni aún así lo consigue siempre el adversario. La otra gran noticia de la noche almeriense fue el partidazo de Nelson Montes que estuvo excelso. Lamentar una nueva lesión de Ramón Enríquez, que Dios quiera no tenga la gravedad que aparentó tener sobre el terreno de juego. Por lo demás, ahí están los malaguistas con treinta y nueve puntos y cada vez más cerca de una más que merecida permanencia.

¡Gracias!, Cordero de Dios, que quitas el “pecado” de la cada vez menos aceptable gestión de José María Muñoz en nuestro club. Esperemos que no tengamos que lamentar el terrible pecado de Loren Juarros de no reforzar la plantilla y que nos quedemos a pocos puntos o a ninguno del play off por el ascenso en una Liga Hypermotion tan igualada e irregular donde muchos de los favoritos están fallando cada jornada.

Termino tal y como empecé este artículo de opinión en referencia a nuestra celebración católica de la Semana Santa y rogándoles a los responsables de la Agrupación de Cofradías de Málaga que dejen de alejar al pueblo malagueño y a quienes nos visitan del recorrido oficial de nuestras hermandades, cofradías, archicofradías, congregaciones u órdenes eclesiásticas. Primero fue el “sambodromo” que se ha cargado la esencia en sí misma de nuestra semana mayor y ahora, con un afán recaudatorio y de control económico de los abonos de los abonados en las sillas o tribunas mediante un chip de control impropio de nuestra tierra. En fin…, cada vez está más claro que para poder vivir la Semana Santa malagueña hay que ir a los pueblos y ciudades de la provincia malacitana.

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.