¿Dónde puñetas está la Málaga institucional?

Han pasado casi tres días desde que el compañero y amigo Antón Meana lanzó la bomba sobre los pensamientos de la FIFA. “El máximo organismo internacional del fútbol quiere reducir sedes del Mundial de Fútbol 2030. Dos de ellas en la sede organizadora de España, una en la zona Sur y otra en la zona Norte”, afirmó el periodista asturiano. Como es natural, se encendieron todas las alarmas en las sedes teóricamente ya confirmadas, de manera especial en la sede de Málaga, uno de los proyectos con menor calificación por parte de la FIFA, y, que a su vez, lleva más retraso en la ejecución de las obras además de alguna que otra disyuntiva más.

Y el nuevo presidente de la RFEF, Rafael Louzán, echó aún más leña al fuego de las preocupaciones un día más tarde del anuncio de la FIFA. “Valencia, como tercera ciudad de España, tiene que ser sede del Mundial 2030”, y ni corto, ni perezoso se fue a visitar las obras reanudadas del Nuevo Mestalla. Como quiera que en la zona Sur sólo puede haber dos sedes y Valencia es una de las elegidas, mientras que el estadio de La Cartuja es un “caramelo” para la Selección Española y el máximo organismo internacional del fútbol, la resolución de la ecuación en contra de la sede malagueña es obvia.

La sede mundialista de la capital de la Costa del Sol ha tenido muchos enemigos desde el principio que pugnaban por quitarle a nuestra ciudad lo conseguido a base de un extraordinario esfuerzo por parte de José María Arrabal, ex secretario general de deportes del gobierno andaluz, y el hoy Consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal, que lo fuese durante este proceso también de la Consejería de Deportes. Principales precursores de un extraordinario proyecto al que acompañaron el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación Provincial malacitana.

Sin embargo, poco antes de la Navidad Arturo Bernal deslizó en Radio Marca Málaga que el nuevo estadio en la ubicación actual de La Rosaleda podía no ser definitivo ya que FIFA aún tenía dudas sobre los proyectos definitivos de algunas sedes. A nadie se le escapa que entre los rectores más significativos de las principales instituciones malagueñas la preocupación fue in crescendo a medida que lo que era una ilusión se convirtió en una realidad: MÁLAGA, SEDE DEL MUNDIAL DE FÚTBOL 2030.

Tocaba darse prisa, buscar dinero bajo las piedras y construir un estadio nuevo en el mismo lugar del actual con todo lo que eso conlleva, además de encontrar un inversor privado que ayudase en la cuestión. Desplazamiento del Málaga CF de su hábitat natural, perjuicio para miles de aficionados que perderían su localidad, déficit económico para la entidad malaguista durante el tiempo que durasen las obras, etc.

Y dudas, muchas dudas sobre si el nuevo estadio debía de construirse en la zona de Martiricos, o realmente no era acertada esa remodelación y aún menos con las prisas naturales de la cercanía del Mundial. Se puede decir aquella famosa frase para definir la situación: “cuidado con los sueños que deseas, no vaya a ser que se cumplan”. Llegados a este punto casi no es de extrañar el silencio sepulcral de las instituciones malagueñas ante una noticia tan desoladora para Málaga como la frustrante pérdida de un Mundial de Fútbol en nuestra ciudad.

Quizás más por el daño reputacional a la capital costasoleña que por otra cosa, aunque daño irreparable sin duda alguna. Y una evidencia, al crecimiento indudable por derecho propio y sin ayuda alguna que no sea el esfuerzo y trabajo de los malagueños con políticos capaces de ponerse de acuerdo en los grandes proyectos de la ciudad europea de moda, le sigue faltando bastante para ser considerada en las grandes citas. Sin embargo, como malagueño de adopción, ya lo afirmó el insigne escritor, maestro y amigo Manuel Alcantara, “el malagueño de verdad nace donde quiere”,  tengo dos grandes preocupaciones al respecto de todo lo comentado.

¿DÓNDE PUÑETAS ESTÁ LA MÁLAGA INSTITUCIONAL?.

Nos están atacando en la línea de flotación de nuestra ciudad y quieren “robarnos” política y federativamente una sede mundialista de fútbol lograda a pulso y con un trabajo ímprobo de muchas personas durante muchos años. Y ni una sola declaración quejándonos oficialmente o criticando abiertamente la deslealtad de otras ciudades españolas como Vigo o Valencia hacia Málaga, tras no lograr ambas ganar en la carrera mundialista ser sedes del Mundial.

¿Por qué no ha salido nadie a interpelar al presidente de la Española?. Que apoya a Valencia en detrimento de Málaga o Sevilla. Y el fútbol andaluz y sus rectores, ¿por qué no muestran su disconformidad ante este agravio del señor Louzán contra Andalucía en favor de Valencia?. Lo siguiente que me preocupa, porque conozco a mi burra, en el caso de que finalmente Málaga perdiese el Mundial de fútbol es de más calado.

De verdad las instituciones malagueñas, Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Málaga y la Diputación Provincial malacitana, ¿cumplirán la palabra dada por sus representantes políticos de construir un nuevo estadio acorde para lo que se merece la ciudad con o sin Mundial de Fútbol?. ¿Lo priorizarán sobre otras grandes obras como el nuevo y necesario hospital de Málaga o el tren litoral?.

Aunque sean proyectos diferentes y todo no salga de las mismas partidas presupuestarias e incluso en otros proyectos intervengan las administraciones españolas o europeas, esa preocupación no me la quita nadie. En definitiva, me agradaría que lo que fuese a pasar con la sede mundialista de fútbol para Málaga se supiese lo antes posible. Para si se consigue apremiar a nuestros responsables políticos para que vayan poniéndose manos a la obra de una santa vez y al inversor privado que debiera ser decirle que ahora es el momento de demostrar sus reales. Y de no ser así, demandar a nuestros representantes políticos el cumplimiento de sus promesas sobre el nuevo estadio más pronto que tarde, sin que olvidemos nunca que personas, órganos federativos y políticos le están “robando” a Málaga lo que se había ganado a pulso.

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.