«Espíritu olímpico frente al sentimiento malaguista»

Estamos viviendo unos días marcados por una apretada agenda de eventos deportivos como consecuencia de la celebración de los Juegos Olímpicos de París. Los que amamos el deporte, aprovechamos la cita olímpica para ver el mayor número de disciplinas incluidas aquellas a las que durante el resto del año les prestamos menos atención o, porqué no decirlo, prácticamente ninguna. Los Juegos son diferentes porque el triunfo de cualquiera de nuestros deportistas es como si fuera propio aunque no nos movamos del sofá salvo para lo meramente imprescindible.

Cuento lo relacionado con los Juegos para enlazarlo con el Málaga. El viernes, tras horas ante el televisor y aprovechar algún hueco para el pertinente chapuzón playero, miré el reloj para no fallar a la cita de pretemporada de nuestro equipo y, tengo que confesarlo, me pudo el Espíritu Olímpico Frente Al Sentimiento Malaguista. El partido contra el Al Jazira me pareció un auténtico tostón difícil de digerir tras las competiciones olímpicas del más alto nivel. Por más que apelaba a mi malaguismo, debo confesar que tras el golazo de Larrubia apagué el televisor. Sinceramente, consideré que era suficiente para la extracción de conclusiones. Puede que muchos de ustedes no estén de acuerdo con mi deserción (la primera en mucho tiempo), pero en mi descarga diré que lo único novedoso que se podía ver del Málaga de cara a la próxima temporada ya lo vi en el primer tiempo con las evoluciones de Baturina y Álex Pastor.

Conclusiones: realmente pocas porque el rival al que se midió el Málaga no le exigió prácticamente nada y el libreto de Pellicer ya nos lo conocemos de sobra. Dicho lo cual, el equipo debe seguir su rodaje para llegar lo mejor posible física y tácticamente al inicio de la temporada, otra cosa es que el potencial de la plantilla sea el que la competición requiere.

Los fichajes que se están realizando, ajustados a la limitación económica, para nada están siendo ilusionantes (su valía deben demostrarla en el terreno de juego) pero no nos llevan a pensar en que se está dando el salto de calidad necesario tras dejar atrás la Primera Federación y retornar a Segunda división con la inmensa mayoría de jugadores del año pasado. Pongo en un lado de la balanza a los que se han ido (Roberto y Ferreira) y en el otro a los que han llegado (Pastor, Luismi, Baturina y Lobete) y me preocupa sobre manera que el brazo de los que se marcharon desequilibra en el grado de importancia a los que han venido.

Es lo que hay mientras el administrador judicial se perpetúa en su puesto sacrificando al club impidiendo que se pueda poner en marcha el proceso de una ampliación de capital que eleve el límite salarial para aspirar a fichajes de mayor nivel para la categoría. Ya no hablo de pugnar por ascender, hablo de hacer una plantilla con verdaderas aspiraciones de permanencia sin apuros porque, y espero equivocarme, con lo que hay lo vamos a pasar muy mal. Pese a todo, lo que no falla es el sentimiento malaguista que desborda todas las previsiones pese a lo que recibe desde las oficinas de La Rosaleda, y sitúa la masa social en 25.800 abonados y subiendo. Imprensionante.

Espero que durante estos días, pese al periodo veraniego y la inmediatez de la Feria, la plataforma ‘Por Un Nuevo Málaga’ y la Asociación de Pequeños Accionistas sigan trabajando codo con codo para lograr que la administración judicial se acabe de una vez por todas, acompañando a Bluebay a dar los pasos necesarios para tomar las riendas de la gestión del club, algo que todos los malaguistas esperaban que se hubiese producido hace tiempo. Ya he dicho en varias ocasiones que no considero que la solución ideal sea la llegada de Bluebay, pero es la única que tiene la llave para la viabilidad del club, nos guste o no. Ojalá, Jamal Satli Iglesias, como propietario de la empresa hotelera, salga a escena presentando ante los medios de comunicación, empresarios, administraciones públicas y aficionados, su proyecto ambicioso que me consta que tiene para ganar credibilidad y que todos tengamos claras sus intenciones. Cuanto más tarde en hacerlo, mayor desconfianza de la afición genera pese a la existencia del proyecto y su intención de ampliación de capital y estabilizar a la entidad. ¡Cuánto tiempo se está perdiendo!

José Manuel Velasco

Redactor Onda Cero Málaga