«Hay que llamar a las cosas por su nombre»

Si algo queda claro del partido disputado por el Málaga en Castalia, es que varios jugadores y su entrenador quedaron en evidencia. Si vamos por partes, en el capítulo de los primeros pongo la mirada en los que deberían justificar su presencia en la plantilla durante los minutos que se les brindan y, por extensión, para dar la razón al director deportivo del porqué de su fichaje. Sin embargo, estos futbolistas, que todos tenemos en mente, están desesperando al más pintado poniendo en evidencia a su mentor Loren Juarros, y al entrenador que los alinea.

Frente al Castellón, Sergio Castel volvió a mostrar un nivel lamentable. Apático por momentos, incapaz de ganar un duelo, de bajar un balón al suelo que era para lo que le había puesto Pellicer en el campo. Lo de este jugador clama al cielo, pero es que, si confiábamos en que Baturina subiera el nivel, ocurre todo lo contrario. El croata pasó inadvertido mientras jugó, algo habitual, y así, entre él y Castell juntos, no suman un delantero. Serio problema para el Málaga que evidencia la falta de gol y que no puede suplir esta carencia tan solo con el siempre voluntarioso Dioni. ¿De verdad que Chupete, visto lo visto, no merece una oportunidad? ¿No debería contarse con él una vez pase la sanción por su expulsión con el filial, dosificando eso sí su participación sabiendo de su juventud?

Otro nombre, Antoñito Cordero. Déjense ya de tonterías porque no es normal que el mejor jugador por banda, junto a David Larrubia, que tiene este equipo esté relegado a la suplencia. Que Antoñito, al que se le debe exigir la máxima profesionalidad, no va a renovar es algo que lo tenemos cada vez más claro, pero estando en la plantilla y perteneciendo a este equipo, hay que aprovecharlo. Creo que mientras el Málaga no tenga la permanencia asegurada, hay que contar con Cordero por delante de otross. Si quieren, cuando se consiga de forma matemática la continuidad en la categoría, den prioridad a los que si vayan s seguer aquí la próxima temporada. Ver a Rahmani ocupando un puesto en el once con Antoñito y Kevin en el banquillo, es doloroso porque estando llamado a ser un jugador diferencial, en realidad el franco argelino no es ni la sombra de lo que fue en su anterior etapa malaguista.

Me refiero ahora a la figura de Sergio Pellicer. Si frente al Racing de Santander elogié su planteamiento y dije que le dio un baño táctico a su colega en el banquillo racinguista, ahora toca decir que el entrenador malaguista fue superado en todas las facetas del partido y no fue capaz de reaccionar a tiempo. El planteamiento inicial de Pellicer provocó que se tiraran por la borda más de 30 minutos del primer tiempo. El equipo estaba mal situado en el campo, los jugadores llegaban tarde a todos los balones divididos y fruto de ello llegó el primer gol del equipo blanquinegro, Larrubia no aportó nada por el centro del ataque hasta que se le posicionó en la banda derecha, siendo éste el momento en el que el Málaga generó peligro sobre la portería del Castellón gracias también al derroche de Puga. Castel y Rahmani hicieron méritos de sobra para ser sustituidos mucho antes del descanso por su inoperancia, pero esas sustituciones se produjeron de forma tardía. 

Lamentablemente, los partidos frente al Levante y Castellón, refuerzan la idea de una plantilla cada vez más limitada, donde sobran jugadores cuya aportación es prácticamente nula y donde se va a tener que exprimir al máximo a los que sí son válidos. Lo siento, pero las cosas por su nombre: Gabilondo, Castel, Baturina, Rahmani o Sangalli ponen en evidencia que el director deportivo tiene por delante una tarea exigente, siendo todos conscientes de que, para poder fichar, antes hay que abrir la puerta de salida y dejar los huecos libres para ser reemplazados. Difícil tarea.

No es cuestión de alarmarse, pero las cosas claras y sabiendo que el objetivo es la permanencia, si no se refuerza esta plantilla en el mercado invernal de forma conveniente, la liga se puede hacer muy larga.

PD Ramón, en los dos ratos jugados ante el Levante y el Castellón, ha demostrado ser una luz al final del túnel. Pido a Dios, que te respeten las lesiones.

José Manuel Velasco

Redactor Onda Cero Málaga