«La Fundación Unicaja Banco debe dar un paso adelante»

Vaya por delante que a la entidad bancaria Unicaja se le debe agradecer de por vida el esfuerzo económico y el patrocinio indefinido al CB Málaga. Es el único club del básquet español donde el patrocinador principal es el propietario del mismo, de facto. Sin embargo, a esa enorme cimentación de la que disfrutamos los malagueños amantes del deporte de la canasta gracias a la entidad bancaria andaluza durante décadas, quizás le esté faltando cintura y vista comercial para estar a la altura deportiva del club en estos momentos gloriosos e inigualables que vive el equipo de Ibón Navarro.

Los logros del conjunto que preside Antonio Jesús López Nieto en el último trienio quedan ya para la historia de un grupo deportivo legendario en el baloncesto patrio y, por supuesto, en el básquet malagueño y español. La Fundación Unicaja Banco, tras las convulsiones bancarias de toda índole, decidió frenar la inversión económica en el club malagueño. Siendo sinceros, tras la nefasta gestión de Eduardo García en la presidencia de la entidad de Los Guindos, uno llegó a entender los recortes.

Sin embargo, el excelso trabajo de Juanma Rodríguez en la dirección deportiva y la extraordinaria dirección técnica de Ibón Navarro desde el banquillo —me pongo de pie para escribir estas frases y me quito el sombrero— han hecho de un club ramplón, que se arrastraba por las canchas del baloncesto español, un grupo humano y deportivo casi imbatible y tetracampeón en esta última temporada. Como además hay que sumarles varios títulos más y se atisban otras dos posibilidades nada más comenzar la temporada, es obvio que debilitarnos a nosotros mismos es absurdo.

Partiendo de la base de que el trabajo del “tridente de oro” del club ya tiene previstas todas las posibles contingencias que puedan producirse en el vestuario con la salida y llegada de jugadores, sí quiero expresar mi discrepancia con ese pasito adelante que no termina de dar la Fundación Unicaja Banco. Comprendo que determinados clubes como Real Madrid, FC Barcelona o Partizan de Belgrado, por nombre e historia, puedan quitarte jugadores. Y aunque ahora son nuevos ricos de la canasta, es inadmisible que un club históricamente menor como Valencia Basket, respecto al malagueño, logre llevarse dos jugadores de una tacada y nuestro patrocinador principal se mantenga en la luna del susodicho.

El titánico esfuerzo de López Nieto y su equipo de trabajo para recuperar la identidad del club entre los malagueños, y partiendo de una base de trabajo y con un ideario que quedará para futuras generaciones de la entidad de Los Guindos como libro de estilo, merece otra consideración por parte de la Fundación Unicaja Banco. No digo que pongan los millones de euros de los que dispuso otrora para formar equipo Sergio Scariolo o Joan Plaza, en su momento. Pero sí un guiño al esfuerzo realizado por el actual grupo de trabajo que, incluso, en una previsión sin precedente alguno en la historia del club, ha dejado ya pingües beneficios económicos con la salida de algunos jugadores del club. El legado de Antonio Jesús López Nieto quedará ya para la historia, y lo que quede por venir, que ojalá sea mucho aún.

Sin embargo, es necesario que se dé un paso más en la búsqueda de un futuro patrocinador de importancia que ayude en esa tarea al actual propietario y nos asegure una apuesta firme, a la par que de futuro, ante la situación económica y de fusiones bancarias que puedan perjudicar a nuestro club. Porque si queremos soñar con ganar la Liga ACB —con permiso de sus parciales árbitros—, ser un club referencial de verdad para la futura FIBA-NBA, y dejar claro que este Unicaja ha llegado hasta aquí para quedarse y no para lo contrario, es el momento de dar un golpe en la mesa y dejar bien claro que aquí estamos.

Por supuesto, el club como institución por encima de cualquier otra circunstancia, lo que incluye jugadores, técnicos, directivos y presidente. Pero la afición merece un respeto mientras siga apoyando contra viento y marea, llevando en volandas al equipo y a nuestro club. Ese respeto para la Marea Verde y para lo que Ibon Navarro está consiguiendo con sus jugadores sobre la cancha debe vislumbrarse de una manera decidida y sin ambages. La Fundación Unicaja Banco debe dar un paso adelante en la apuesta económica por el CB Málaga.

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.

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