
«La miseria engendra miseria…»
Share This Article
Había ganas de que se jugara el partido de Copa en La Rosaleda para volver a vivir el ambiente de un choque contra un equipo de Primera división. Encima, el rival era uno de los que mejor fútbol está realizando en España a lo largo de la temporada como es la Real Sociedad. Día especial sobre todo para dos jugadores del equipo malaguista por su pasado donostiarra como Sangalli y Gabilondo, así como para el director deportivo, Loren Juarros que tantos años se enfundó la elástica realista y desempeñó funciones en los despachos de Anoeta. Cita copera para poner el broche a las fiestas navideñas, y una Rosaleda con un gran ambiente y una mejor afición, y si no se llenaron sus gradas fue por la hora a la que se jugó el partido (9 de la noche) ya que el lunes representa la vuelta a la actividad escolar y laboral.
Muchos aspectos que sirven para entender que, resultado al margen, la cita había que entenderla como una fiesta y el equipo de Pellicer dio la cara y una buena imagen aunque no lograse la victoria. A buen seguro que muchos aficionados estarían viendo el duelo en su localidad o en casa estrenando camisetas, bufandas o cualquier producto del merchandising de nuestro club. Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente han tenido que pagar, por ejemplo, unos 70 euros de media por una camiseta blanquiazul, y no quiero ni pensar el movimiento que habrán registrado las tiendas oficiales del Málaga por el día de Reyes. Es una buena noticia por lo que representa para las arcas del club como también lo tiene que ser el medio millón de euros ingresado como recaudación de este partido por la venta de más de 22.000 entradas. Las arcas del club lo agradecen y ahora los aficionados esperan que este dinero se invierta en fichajes para dar un empujón al equipo ante el reto del ascenso a Segunda división, verdadero objetivo para este ejercicio.
Ahora, permítanme hablar de detalles, los mismos que hacen a los clubes grandes por encima incluso de sus trayectorias deportivas sin tener en cuenta la categoría en la que militen. El Málaga para cualquiera de nosotros es el club más grande milite donde milite. La entidad lleva a cabo a través de su Fundación, actos y acciones que engrandecen su historia y que vinculan al club con la ciudad. Por eso, me resulta triste el detalle que se dio en el sorteo de campos entre los capitanes del Málaga y la Real Sociedad. No vi la escena una vez, sino varias veces gracias a la opción de poder retroceder la retransmisión televisiva del partido para ver que no era un error de apreciación por mi parte. Con cada repetición, más bochornoso me resultó comprobar que Sangalli, representando al Málaga CF, a los aficionados, a la ciudad… acudiera al sorteo de campos con las manos vacías, recibiendo eso sí, un banderín de recuerdo entregado por Oyarzabal, su otrora compañero en la Real y buen amigo.
Patético. ¿Saben cuánto cuesta un banderín del Málaga en la tienda oficial? 9,90 euros. Yo me pregunto y me gustaría preguntárselo al administrador judicial, José María Muñoz, si es que es una medida económica o, simplemente, que nadie cayó en algo tan cotidiano en el fútbol como es la entrega de un simple banderín de recuerdo al equipo rival. Tanto uno como otro supuesto me resultan lamentables. No nos lo merecemos. La miseria engendra miseria.
José Manuel Velasco
Onda Cero Málaga
