Darwin ya es malaguista también…

La teoría de Darwin es aquella que nos explica la evolución. Es decir, esa teoría que explica que las especies nuevas provienen de especies preexistentes y que todas las especies comparten un ancestro común. En el Málaga CF esto también ocurre. Me vino esta idea a la cabeza con la frase de Sergio Pellicer en sala de prensa tras el partido con el Deportivo. “Este partido hace dos años no lo hubiésemos empatado”. Y qué verdad es esa. Este Málaga ha evolucionado hasta tal punto que hasta en malos partidos como el del sábado el equipo consigue evitar la derrota.

Porque también es cierto que todos conseguimos alcanzar la misma opinión de que el Málaga no estuvo bien ante el Deportivo. Sin embargo, con muy poquito el equipo de Pellicer empató. Lo hizo con Chupete como protagonista y sin que Alfonso Herrero tuviese que tirar de sus milagros habituales. Otro puntito menos para el objetivo de los 50 puntos. El gol del canterano no debe ocultar los problemas que sigue teniendo este equipo en ataque. Ante los gallegos también hubo problemas de creación. Un dos por uno que impide que podamos aspirar a algo más que una permanencia tranquila. Que no es poco.

Lo de Chupete es digno de analizar y me quedo con otras palabras, las de Funes, su entrenador. Un chico que el sábado hace el gol del empate en La Rosaleda ante 27.000 personas es muy probable que el domingo esté despistado jugando con el filial en Tercera RFEF. Sin embargo, eso no pasó. Bajó, jugó, marcó y ganó. Y lo celebró tanto como el del Dépor. Ese gesto me gusta más que si hubiese marcado de chilena.

Por otro lado, hay que pedirle un poco más a Kevin y Lobete. El Málaga necesita de esos goles mientras llega el delantero que los meta, si es que el fichaje que llega no necesita dos meses para ponerse en forma. El último delantero que el Málaga firmó en enero y funcionó se llamaba Fernando Baiano y yo estaba en el instituto. Ha llovido ya de eso.