«Un burreito sonrojante…»

Vaya por delante que el Málaga se ha ganado en lo que llevamos de temporada el margen de confianza suficiente como para no rasgarse las vestiduras después de la derrota sufrida ante el Elche. El equipo sufre la primera derrota de la temporada, y también la primera después de varios meses si miramos atrás y contabilizamos los partidos sin perder seguidos en Primera Federación. Dicho esto, y alejando el derrotismo, no perdamos la calma pero vayamos con el golpe de realidad que pudimos presenciar sobre el césped de La Rosaleda. 

El Elche le dio un burreo sonrojante al Málaga de Sergio Pellicer. Ni el equipo supo reaccionar ante lo que estaba sucediendo, y tampoco el técnico dio con la tecla ni con el planteamiento, ni con los cambios realizados, mientras que los ilicitanos movieron el balón como quisieron, haciendo correr a los desubicados malaguistas detrás del esférico sin opciones de robarlo y, lo que es peor, generando una sensación de impotencia cada vez mayor conforme pasaban los minutos. Creo que lo sucedido es un borrón que debe servir para mandar a Pellicer y a sus jugadores al rincón de pensar. Una bajada a la tierra para aquellos que pensaban que, por lo visto durante las seis jornadas anteriores, el equipo era firme candidato al ascenso. La realidad de este Málaga pasa por lo dicho en este Con Rigor en semanas anteriores, y no es otra que teniendo 10 puntos en el casillero, restan 40 para lograr la permanencia, y si esto se consigue con tiempo de sobra, entonces podremos pensar en cotas mayores a las que este Málaga por plantilla y por presupuesto, no está obligado. 

El suspenso es generalizado para los jugadores que saltaron al césped menos para el de siempre, el ‘Santo’ Herrero. El suspenso también va para Pellicer puesto que como ya he señalado, ni acertó con el planteamiento, ni con los cambios realizados. Otro detalle, volvimos a ver al Málaga de la temporada pasada al que le costaba la vida chutar a portería (hubo que esperar 86’ para ver el único disparo de Larrubia que ni siquiera fue entre los tres palos), ni hubo atisbo de reacción.

Muy a mi pesar, y dentro del suspenso mayoritario, debo decir que Galilea queda especialmente retratado en esta ocasión puesto que sale en las fotografías de los tres goles del Elche. Otro centro lateral derivó en un gol del rival. El central vasco no llegó a cortar de cabeza el centro del primer gol; se muestra muy blandito permitiendo la conducción de Nico Fernández y posterior disparo, un golazo, que significó el 0 – 2; y, para mayor desgracia, comete el penalti con el que el Elche cerró la goleada al transformarlo Mourad. 

En suma, noche para no ponerse nerviosos, para aprender y corregir errores, entender que queda mucha liga por delante pero que la plantilla sigue estando corta de efectivos puesto que hay jugadores como Sangalli o Juanpe, que no cuentan para el entrenador; o que el central que vino para reforzar el centro de la defensa, Pastor, no es titular y cuando jugó no mostró más garantías que los que juegan ahora. 

Permítanme que me refiera finalmente, al conocido ‘caso Horta’. No puedo por menos que decir que estoy harto del caso Horta. No puedo entender como los representantes del Málaga, con su administrador a la cabeza, cuya principal función es velar porque las cuentas del club sean las mejores, acepten unas migajas para cerrar el asunto con el Sporting de Braga después de la resolución de la FIFA que otorgaban al Málaga ingresos mucho mayores. ¿Para qué han servido tantos meses de litigio?, ¿cómo es posible que de los casi siete millones que le corresponderían al Málaga, y una cantidad similar a los agentes que cerraron el traspaso en su momento al club portugués, al final a las arcas de La Rosaleda solo lleguen unos tres millones de euros? A uno le queda la sensación de estar viviendo una auténtica tomadura de pelo. ¿De verdad que el Sr. Muñoz ha permitido esta tomadura de pelo? Por cierto, y tras este bochorno, más indignante resulta el traspaso de Roberto, buque insignia del año pasado, al mismo club portugués por una cantidad irrisoria. El enemigo está en casa, y se llama José María Muñoz. ¿Hasta cuándo va a durar esta tiranía Señoría María de los Ángeles Ruíz?

José Manuel Velasco

Redactor Onda Cero Málaga