«Un Málaga sin fútbol ni ambición en Algeciras»

La Semana Santa malagueña, será un Semana de Pasión para los malaguistas hasta que llegue la próxima jornada. El encuentro frente al Algeciras desilusionó a la extraordinaria parroquia blanquiazul que, al igual que yo, para que vamos a engañarnos, se había hecho ilusión no ya de jugar el playoff por el ascenso sino incluso con el premio mayor. Lamentablemente, los blanquiazules fueron incapaces de ganar a un equipo ramplón, con menos físico y técnicamente inferior, que sin embargo, a fuerza de pundonor y casta fue merecedor del triunfo, ya que los blanquirrojos dispusieron de las ocasiones de gol más claras del encuentro.

Avergonzó Sergio Pellicer, con su planteamiento inicial, a los miles de seguidores de la capital de la Costa del Sol que acompañaron hasta Algeciras al equipo y, es una obviedad, a toda la afición malacitana. Un partido donde te estás jugando mantenerte en la pelea del ascenso directo o como mínimo ser segundo en el play off, no puede plantearse en función del rival y de la manera tan conservadora que el de Nules  propuso en el tapete de los algecireños.

Trivote defensivo con Juanpe, Genaro y Manu Molina, y el fútbol ofensivo del equipo ¿quién pensaba el “mister” que iba a realizarlo?. Y Ferreiro jugando por la banda contraria a la habitual, un auténtico dislate si lo que se pretende es ganar en el campo del conjunto portuario. Los malaguistas no remataron entre los tres palos en todo el encuentro pese a las faltas a favor y los saques de esquina. Ni una sola jugada ensayada en esta suerte fundamental del fútbol pudo verse en tierras algecireñas, lo que presupone dos cosas. Una, y la más lógica, que o no se trabaja adecuadamente al respecto o dos, que en esa materia futbolística nuestros jugadores son unos tuercebotas incapaces de llevarla a cabo.

Sea como fuere una nueva decepción en una temporada donde los boquerones ya han dado más disgustos que alegrías y no acaban de tomarle el pulso a la categoría. Eso si, Sergio Pellicer sigue estando orgulloso de “la entrega y el esfuerzo de sus futbolistas” y “tratando de que los más jóvenes del equipo adquieran la experiencia necesaria para competir en el fútbol profesional”. Una pena que el Málaga CF no sea un convento de monjas Clarisas donde se premie la voluntad y no la consecución de los objetivos de una temporada.

Y una lástima que sólo queden ya nueve jornadas de liga para que los chavales puedan culminar su aprendizaje en esto que denominamos un CLUB PROFESIONAL DE FÚTBOL. A ver si entre unos y otros se dedican a trabajar y a dejar de poner excusas banales a lo que de no ascender de categoría, será un fracaso con todas las letras. A remangarse toca y a sumar los próximos seis puntos en La Rosaleda, a ver si suena la flauta y vuelven a fallar los de arriba en las próximas dos jornadas.

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.