«Vuelta a la dura realidad de este Málaga…»

La vida sigue igual para nuestro Málaga CF. Siete días después de la ilusión generada por la imagen aceptable mostrada en Ferrol, el equipo que dirige Sergio Pellicer protagoniza en La Rosaleda la Vuelta a la Dura Realidad. Ante el Mirandés vimos las mismas carencias de la temporada pasada en 1ª Federación, de lo que se aprovechó el Mirandés como tantos equipos hicieron el curso pasado. Ceder al Málaga la iniciativa es provocar que los jugadores de Pellicer se muestren incómodos y aflora la falta de organización de juego, de profundidad por las bandas y, por consiguiente, la escasez de oportunidades de peligro. Si a eso le unimos que el Mirandés, como la semana anterior hiciera el Racing de Ferrol, se aprovechó de la debilidad defensiva malaguista con otro centro lateral para hacer su gol, solo nos queda decir que, afortunadamente, el Málaga más que perder dos puntos lo que hizo fue salvar uno.

Si desgloso lo visto sobre el césped de La Rosaleda tengo que volver a encumbrar a ‘San Alfonso Herrero’ por su labor bajo palos. Lamentar la debilidad defensiva sobre todo de los dos centrales como en la jugada del gol, y el poco acierto de los dos laterales sin profundidad en el juego de ataque. Esta vez Larrubia no logró irse ni una vez de su par, Kevin fue una anécdota en el partido como consecuencia de su temprana lesión, Manu Molina no dio profundidad al juego del equipo, y, tristemente, Juanpe volvió a ser el jugador inoperante de la temporada pasada; mientras que, por otro lado, Baturina fue un islote en ataque totalmente desasistido siendo superado por los defensas contrarios en todo momento. Dejo para el final a Dani Lorenzo quien intentó echarse el juego del equipo a sus espaldas, y suyas fueron las escasas oportunidades de peligro de las que dispuso el equipo.

Lamento que otra vez los jóvenes Ochoa y Antoñito tengan que salir al terreno de juego adquiriendo la responsabilidad que no les debería corresponder por su edad. Tanto uno como otro ponen todo lo que tienen en el terreno de juego, mientras que veteranos que deberían dar el paso al frente no son capaces de hacerlo. Dato significativo es que Sangalli, por segunda jornada consecutiva, no haya disputado ni un solo minuto. 

No me olvido del momento más especial del partido cuando Dioni logró el gol con dedicatoria muy especial para su padre fallecido recientemente. Ojalá este tanto sirva al de la Colonia de Santa Inés para afianzarse y aumentar la competitividad. Por cierto, me decepcionó ver que, con el marcador en contra, Pellicer decidiera realizar el cambio de un delantero por otro, y no apostar por la presencia de dos arietes (Baturina y Dioni) en el campo muestra clara de ir a por el empate. Frustrante resultó la lesión de Lobete, un jugador que puede aportar cosas al equipo y que demostró una rabia tremenda por el percance sufrido que le mantendrá algunos meses fuera de los terrenos de juego. Emotivo fue ver como Haitam volvió a competir después de tantos meses, evidenciando algo tan lógico como la falta de ritmo por el largo periodo de inactividad. 

En suma, creo que es necesario que la dirección deportiva fiche, tanto por las carencias que se avecinan en las bandas por la lesión de Lobete, el percance físico de Kevin, y la falta de ritmo de Haitam, como, especialmente, en el plano defensivo donde los centrales continúan generando zozobra cada vez que se atisba un central al área (Panichelli parecía Haaland y no deja de ser, con todos los respetos, el delantero del Mirandés)

No cabe duda de que después de lo visto, nadie se puede llevar a engaño: este Málaga es el consabido del ‘estilo Pellicer’ para lo bueno y para lo malo, y el nivel de la plantilla es el que ya conocemos del año pasado puesto que de los fichajes entre el periodo de lesión de Luismi, la tardía llegada de Castel, unido a que ahora Lobete estará dos meses de baja, solo Álex Pastor y Baturina tienen continuidad y, hasta el momento, poco o nada han subido el nivel ante la exigencia de la Segunda división. 

No cabe duda de que una vez más lo mejor fue la afición que acudió a La Rosaleda. Según el club 26.066 personas, para los que mirábamos a las gradas parecía que nos acercamos al lleno de las 31.000 localidades. Espero que para bien, alguna vez nos pongamos de acuerdo.

PD: Espero que los jugadores malaguistas hayan sido profesionales durante la Feria de la que, como cualquiera de nosotros, tienen derecho a disfrutar, pero anteponiendo la profesionalidad. Quien no actúa así, se delata en el terreno de juego.

José Manuel Velasco

Redactor Onda Cero Málaga