Compartir esta publicación
Panadería Salvador, cuyo obrador se sitúa en Benajarafe, Vélez-Málaga, ha recibido de manos del presidente, ha recibido a manos del presidente de la Diputación, Francisco Salado, la placa que acredita su adhesión a la marca Sabor a Málaga.
Se trata de una empresa con más de un siglo de historia gracias al emprendimiento de ‘la abuela Mariana’, quien junto a su esposo y desde una modesta cortijada ubicada en la localidad de Benajarafe, se afanaba por elaborar un pan de calidad con las mejores harinas que en aquellos tiempos encontraban en las comarcas cercanas.
Ya entonces preparaba el pan con una tahona de piedra y un horno moruno, elementos que aún hoy se conserva en la casa museo familiar en Benajarafe, para ir vendiéndolo por los cortijos y pueblos cercanos con la ayuda de una mula y carro. Fueron años difíciles, pero el salto se experimentó durante la tercera y cuarta generación con la mejora de las comunicaciones, tecnología, logística y procesos de producción.
Salado ha destacado la historia de este negocio que data de 1905 y “que se ha posicionado como un referente en sector, distribuyendo pan por toda España, apostando por la materia prima de calidad y el producto de km cero, valores esenciales para Sabor a Málaga”.
De hecho, hoy día Panadería Salvador cuenta con dos bases de elaboración, una fábrica principal de 4.500 metros cuadrados donde se llevan a cabo los productos de panadería y un obrador de 1.500 metros cuadrados, especializado en pastelería y repostería. Disponen de más de 1.000 referencias de productos, donde destacan el pan candeal, hogazas de pan de masa madre y larga fermentación, pan 1905, pan mariana o de espelta y chía entre muchos otros, donde las materias primas son de altísima calidad.
Todos sus productos se distribuyen principalmente entre sus 17 tiendas propias, establecidas en distintos puntos de la provincia, que junto el abastecimiento al sector HORECA (cadenas hoteleras y restaurantes), así como colegios, hospitales, residencias de mayores y residencias militares, además de supermercados, se configuran como elementos indispensables para fortalecer la cadena de valor del producto local.
Igualmente, realizan reparto diario de pan fresco a toda la provincia de Málaga, además de a gran parte de Granada, Córdoba, Sevilla, Almería y Campo de Gibraltar y distribuyen producto congelado a Madrid, Murcia, Extremadura y hasta los Pirineos.
Cuentan con más de 340 empleados que tienen como premisa el mantener la calidad del producto como factor diferencial.