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@CesarRadioMARCA | Joan Plaza está feliz por haber renovado una temporada más, hasta el 30 de junio de 2016, su compromiso con el Unicaja. "Percibo que la gente me quiere, que confía en mí. Pero en los grandes plazos no creo, es mejor tener tranquilidad e ir año a año", ha expresado el técnico en el acto de su ampliación.
Pero Plaza ya ha dejado atrás su nuevo contrato y ahora sólo tiene entre ceja y ceja, metódico como es él, al rival, un Andorra recién ascendido pero del que no se fía lo más mínimo. "Es muy importante comenzar con buen pie. Son peligrosos, han hecho una gran pretemporada, vienen con una gran dinámica y tienen capacidad para conseguir las once victorias que necesitan para lograr la permanencia en la ACB. Si nos creemos superiores nos van a poner muchos problemas".
Para evitar ese exceso de confianza, el entrenador cajista confía en que se repita la imagen vivida en los últimos play offs, con un Carpena lleno a reventar. "Sería bonito estar aquí con 11.000 personas presionando. Necesitamos llenar esto cada día, no sólo, como pasa en otros clubes, cuando llegan Real Madrid o Barcelona. Es muy importante que el Carpena sea un auténtico infierno para los rivales, que la afición se lo pase en grande desde el principio, cantando el himno, hasta el final, animando. No podemos ser pequeños, que sólo llenan cuando vienen los equipos de fútbol", ha advertido.
En cuanto a la salida de Dragic, Plaza la ha lamentado pero no se ha quejado. "Tenemos una buena plantilla, distinta a la del año pasado pero más compensada. Cuando la diseñamos se contaba con Zoran Dragic, al que deseamos la mejor de las suertes, pero ya el año pasado cuando faltaban los hombres franquicia, como Caner-Medley, el equipo mantenía el nivel. Todo el mundo es necesario pero nadie es imprescindible. Estamos contentos, los que estamos somos suficientes y cuando nos falten tiraremos de los de abajo, que ya han demostrado en pretemporada que pueden ayudarnos y jugar a gran nivel. No esperamos a nadie más", concluyó.
Joan Plaza quiere que el Carpena ruja como él y vuelva a ser un infierno para los rivales