El pivote Cristóbal Ortega Soria (17/8/1995, Lucena) no seguirá formando parte de la plantilla del Club Balonmano Dólmenes Antequera después de 11 años vistiendo la camiseta del primer equipo. El jugador cordobés deja el equipo de su vida, donde se ha
formado y ha jugado desde la Primera División Nacional hasta la máxima categoría del balonmano nacional.
La vinculación de Cristóbal al club antequerano comenzó en 2011. Por aquel entonces estuvo jugando en el equipo juvenil del Balonmano Estepa a través de una filialidad que tenían ambos clubes. Tras completar su formación base llegó al primer equipo del Dólmenes Antequera en 2014. Desde ahí ha defendido el escudo del Dólmenes con total profesionalidad, esfuerzo y mucho corazón.
La intención de ambas partes era sin duda continuar alargando esta relación, sin embargo, las circunstancias personales y laborales de Cristóbal han provocado esta baja. No es un adiós total y absoluto, pero al menos momentáneamente Cristóbal no podrá seguir jugando a este nivel competitivo al Balonmano. El jugador ha querido despedirse dejando esta carta:
Querida familia del Club Balonmano Los Dólmenes Antequera:
Hoy me toca escribir unas líneas que nunca quise. Ha llegado el momento de cerrar una etapa maravillosa en este club que he sentido siempre como mi hogar. Motivos personales me hacen imposible continuar en el equipo actualmente. Quiero agradecer de corazón a cada una de las personas que forman parte de esta gran familia: A Lourdes, por cuidarnos siempre como parte de su familia; a Miguel, por tu
cercanía y compromiso; a Lorenzo, por tu confianza siempre y dejarte la vida por este club; a Willy, por estar siempre apoyando y manejando todo fuera y dentro de la pista; a Jesús, por tu tiempo dedicado a ponerme a punto y nuestras charlas interminables; a Quino, por tus consejos y ayudarme a ser mejor cada día; a Chispi, por tu pasión y entrega; a Micri, por ese empuje que nos ha levantado en tanto momentos; y no podía dejar atrás a Emiliano, al final todo empezó gracias a ti por venir a buscarme a mi casa aquel día de verano; por último, gracias a cada uno de los integrantes que han formado parte de este Club en todos estos años.
A mis compañeros, gracias por cada entrenamiento, cada partido, cada viaje, cada risa y cada momento difícil que hemos sabido superar juntos. Gracias por ser más que compañeros, gracias por ser hermanos.
Y, por supuesto, gracias de corazón a toda la afición. Gracias por llenar el Argüelles, por vuestro apoyo incondicional, por los aplausos, por las críticas constructivas y por estar siempre ahí, en las buenas y en las malas. Sin vosotros nada de esto tendría sentido.
Han sido años llenos de esfuerzo, sacrificio, alegrías y también alguna que otra lágrima, pero sobre todo han sido años de crecimiento personal y profesional. Me llevo recuerdos imborrables, amistades que trascienden el deporte y la satisfacción de haber defendido este escudo con todo mi corazón.
No existe forma de expresar con palabras lo que siento al despedirme. Este club me lo ha dado todo, y siempre lo llevaré grabado en lo más profundo de mí. Espero que nos volvamos a encontrar en el camino, y esté donde esté, seguiré celebrando cada victoria como un hincha más. Gracias por tanto. Hasta siempre, familia.
Con todo mi cariño,
Cristóbal Ortega Soria #20