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El Trops Málaga no tuvo un feliz estreno en su nuevo feudo, el pabellón Alfonso Queipo de Llano. El cuadro que entrena Quino Soler, que se ha trasladado al recinto municipal del barrio de Ciudad Jardín, tras tres años de interino en el Fray Francisco Baños del colegio Los Olivos, cayó ante el Unión Financiera Base Oviedo por 26-29, en un mal partido de los blanquiazules, en el que su rival mostró una alta efectividad en ataque durante la segunda parte y el equipo malagueño debilitó su línea de atrás hasta el punto de que encajó 16 goles en los últimos 30 minutos del choque, algo nada común en la mejor defensa de la categoría, según los números.
Desde el inicio, el partido se puso ya cuesta arriba para el Trops, que, en apenas seis minutos, perdía por 1-4. El equipo ovetense estaba desconcertando a los blanquiazules, para sorpresa de propios y extraños, al imprimir esa velocidad de la que carecía el cuadro local en el arranque. Sin embargo, la alegría del Unión Financiera Base Oviedo duró poco, ya que la escuadra malagueña se sobrepuso a la adversidad y supo remontar en cuanto metió una marcha más. Así, del 1-4 del comienzo se pasó al 5-4 del minuto 11:48, con un Jesús Melgar anotando dos goles y pidiendo intensidad a los suyos.
El Oviedo empató dos minutos (5-5) y, desde entonces, el partido entró en un toma y daca entre ambos conjuntos, que se repartieron fallos y aciertos a partes iguales, por lo que cualquier detalle decantaba la balanza de un lado u otro.
El choque estaba siendo muy limpio, sin exclusiones, pese a la importancia de los puntos para los dos equipos.
A falta de tres minutos para la conclusión del primer acto, el electrónico del Alfonso Queipo de Llano indicaba tablas (11-11). La igualdad se había instalado en un duelo en el que primaban las indecisiones y las pérdidas de balón en ambos equipos cuando actuaban de atacantes. Y en empate finalizó el primer tiempo (13-13), gracias al golazo de Diego Pérez de fuerte lanzamiento desde nueve metros.
Vuelta a la cancha, el encuentro siguió igual de trabado que tal y como acabó el primer periodo. Al Trops le costaba un mundo anotar, mientras que el Unión Financiera Oviedo intentaba la machada imponiendo un ritmo mayor que su adversario. Este mal arranque penalizó a los malagueños, que en el 6:27 del segundo acto volvía a verse sorprendido al sucumbir por 15-18, una diferencia no amplia, pero sí importante. Viendo esta situación, el técnico malagueño Quino Soler se vio obligado a solicitar tiempo muerto para dar órdenes a los suyos. Este parón le vino bien a los locales, que, como ocurriera al inicio del partido, gestaron la remontada. Así, alcanzado los diez primeros minutos de juego, el marcador era de 18-19.
El portero argentino del Trops, Juani Villarreal, lideraba esta escalada con sus paradas de mérito, lo que posibilitaba el contraataque blanquiazul. Pero para desencanto de los aficionados malagueños, el Trops entró en bucle a partir del ecuador del segundo periodo y esta situación no le ayudaba a tomar decisiones correctas.
El Oviedo, tal y como se estaba poniendo el partido, se aprovechó de la inestabilidad local, consiguiendo, de nuevo una renta de tres a su favor (21-24) en el 18:06. Sin embargo, como ocurriera en la primera parte, el cuadro de la Costa del Sol volvió a levantarse para acortar la distancia y ponerse a uno, aunque el esfuerzo de jugar a remolque todo el tiempo le penalizó y terminó sucumbiendo por 26-29, que celebró la escuadra ovetense con entusiasmo.
Pese a esta derrota, el Trops Málaga se mantiene instalado en puestos de fase de ascenso a la Asobal, aunque cada vez hay más equipos en la lucha por estos puestos de privilegio.
El siguiente enfrentamiento para el equipo malacitano será el próximo sábado, a las 20 horas, en el pabellón Municipal de O Rosal, en Pontevedra, frente al Valinox Novás, que también lucha por acabar la liga regular en zona de ‘play-off’ para intentar regresar a la élite, categoría que perdió el pasado verano.