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Quedan diez jornadas para el final de la Liga. 30 puntos en juego que todavía pueden cambiar muchas historias. El Málaga se encuentra justo a 10 del cielo y a 10 del infierno. De ahí que el del Anxo Carro sea un encuentro donde se pueden definir muchas cosas. «Todos nos jugamos muchísimo. Estamos en una situación en la que estamos 10 y 10 y queremos seguir ganando partidos para ilusionarnos y para conseguir el objetivo cuanto antes. Es ser ambicioso y realista por lo que cuesta conseguir puntos«, ha explicado Pellicer. Acude, por tanto, el Málaga a Lugo con ambición e ilusión.
El técnico blanquiazul ha insistido en que es ahora cuando llega el momento decisivo. «Viene una fase definitiva, la de la verdad. Por los méritos del equipo, estamos en una situación en la que podemos estar tranquilos. Pero con los ojos abiertos, en alerta y con muchísima ambición. Nos jugamos muchísimo», ha insistido antes de añadir. «Queremos conseguir esos 50 puntos cuanto antes porque queremos ser ambiciosos. Los de abajo, en los últimos encuentros, van ganando partidos. Los de arriba, también. Nosotros queremos también más».
Modificaciones en los descansos
Para lograrlo, hay que acertar con el plan de partido y con los cambios. Y el Málaga, en estos últimos dos encuentros, ha tenido que variar su idea en el descanso. No es problema para Pellicer. «Cada partido se maneja diferente, tenemos tres ventanas y dependiendo de las circunstancias hay que cambiar el plan de partido, pero incluso con resultado a favor. No son cambios porque los jugadores no estén bien sino porque queremos cambiar el patrón del partido«.
Una explicación que comparten, según sus propias palabras, en el vestuario. «Ellos lo entienden y tienen que estar preparados. Es un grupo sano, transparente, siempre intentamos buscar lo mejor y si durante el descanso hay que cambiar, no señalamos ni juzgamos a nadie. Por encima de lo individual prima el grupo, así lo hemos demostrado durante toda la temporada más allá del sistema o del dibujo. Lo importante es el colectivo y que los que entren nos puedan dar un poco más porque los partidos se abren en las segundas partes».
Así lo cree el responsable de un Málaga que acude a Lugo con ambición e ilusión a partes iguales.