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Con el buen sabor de boca que dejó el Málaga hace varios días tras la victoria frente al Valladolid, tiene frente al Cádiz su segunda cita veraniega y la posibilidad de continuar la senda de la victoria. Como seguir sonriendo bajo la tormenta que cae en la Costa del Sol. Una vez más, los mayores atractivos seguirán siendo los canteranos, que cumplieron con nota en el primer encuentro. También estarán los focos alumbrando a Orlando Sá, el único fichaje disponible puesto que Cristian Rodríguez sigue confinado hasta superar el virus.
Más allá de estos dos alicientes, el incentivo más curioso y, a la misma vez, preocupante pasa por el aspecto extradeportivo. El ERE anunciado por el Málaga tiene muy descontenta a la plantilla blanquiazul. De hecho, ocho profesionales de los doce que están en esa lista negra no jugarán el partido. Son los casos de Juankar, Cifu, Diego González, Boulahroud, Adrián, Renato Santos, Pacheco y Juanpi.
Por ello, el ambiente será extraño y enrarecido, aunque cuando la bola rueda, todo se olvida. Ganar no sirve de mucho, más bien de nada, pero en estos momentos de desdén y desequilibrio emocional, vencer ayuda a ganar confianza en el juego y entre los integrantes de la plantilla.