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La derrota en Talavera fue un esperpento. Una caída tan sonrojante como repetida en el transcurso de la historia del Málaga CF. Pablo Arriaza e Ibon Badiola pusieron la única nota positiva de la fría noche en El Prado. El primero, con el 26 a la espalda, debutó partiendo desde el once de Funes. Por cierto, un técnico con el que ha sido el futbolista más alineado desde que cogiera las riendas del filial allá por 2020 con 100 partidos a las espaldas. El segundo de ellos, la gran novedad de la convocatoria, salió en el minuto 70 con el partido con un dos a cero en contra y el 38 en su camiseta.
Pablo Arriaza e Ibon Badiola, nuevas caras con los mayores
No es el mejor día para estrenarte, pero los chicos demostraron en su juego el entusiasmo y la ilusión de cumplir el sueño de cualquier niño que crece en La Academia del Málaga CF. Arriaza se posicionó en la zona del ‘5‘ que Izan Merino ha adquirido en propiedad desde que el técnico lojeño asumió el cargo. No fue sencillo para él debido a que al ser un jugador de dominio y posesión, la intensidad del rival y las imprecisiones de los boquerones provocaron un descontrol que el malagueño no supo controlar.
Eso sí, queda claro que el chico ha llegado para quedarse y su presencia asegurada en el primer equipo la temporada que viene le empuja a seguir luciéndose con los mayores el resto del curso. Le veremos más veces en convocatoria.
El caso de Ibon Badiola es diferente. Se coló en una convocatoria de 21 jugadores cargada de bajas, principalmente destacadas las de Izan Merino y Carlos Dotor por decisión técnica, lo que facilitó su billete a Talavera. Contra todo pronóstico y con el partido en contra, Funes decidió darle entrada en la posición de ‘6‘ sustituyendo a Rafa Rodríguez. En la anarquía predominante del envite, el vasco no pudo exponar las razones por las que es un fijo en el Malagueño.
Pese a la derrota, el exjugador del Athletic Club de Bilbao podrá decir que repartió una asistencia en su debut con el Málaga CF. Recogió el balón dentro del área y encontró, ya sea consciente o inconscientemente, a Adrián Niño en el segundo palo para que este solo la tuviera que empujar. Esa acción metió en el partido a los costasoleños, pero no fueron capaces de rematar la faena.
Foto: Málaga CF