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Jamal Satli, máximo dirigente de BlueBay ha dejado clara su postura. “No hemos venido a coger el dinero e irnos. Sí que cuando estaba el club en la UCI otra vez y Al Thani se negaba a dejar la administración del club, el alcalde nos dijo que había una tercera vía, que esos nuevos inversores habían cerrado la venta con el jeque y que lo único que faltaba para realizar su proyecto de inversión de cientos de millones de euros era que nosotros vendiéramos nuestra parte. Hubiera sido muy egoísta por mi parte poner freno a las ruedas para hacer más grande el club. Pero la venta no se cerró a pesar del gran interés de las administraciones públicas”, ha explicado antes de dudar sobre esos nuevos grupos interesados en comprar el Málaga. “A esos niveles no se puede estar publicitando todos los pasos, cuánto te vas a gastar y demás. Se necesita seriedad, confidencialidad”.
Ahora, el contexto ha cambiado y el Málaga se encuentra intervenido judicialmente. “Nosotros tenemos abierto un procedimiento civil, pero vemos positiva la llegada de un administrador. Lo mejor que ha podido pasar es apartar a Al Thani y que el club ya no sea un juguete para él y sus hijos. Esperemos que en breve podamos colaborar en la gestión con el administrador para que uno más uno sumen incluso tres y empecemos a construir el futuro”.
Un futuro que pasa, según Satli y Gonzalo Hervás, director general de BlueBay, por “apostar por un gran proyecto que haremos público en el momento en el que pueda ser realidad. El malaguismo y la ciudad nos hemos llevado tantos palos… queremos seriedad, tranquilidad y seguridad”, ha enfatizado.