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@Pedromartinper | Querido y con una huella imborrable en el corazón de los malaguistas. Un jugador que dignificó el escudo cuando la gran mayoría del equipo lo dejaba morir sin hacer nada por ello. Un hombre que llegó por un precio mucho más bajo que por el que se fue, dejando ingresos en las arcas del club en apenas seis meses –costó 350.000 euros en invierno y fue traspasado por 3’5 millones al Getafe más variables, es decir, diez veces más de ingresos que lo que se gastó por él-.
El central se reencontrará con su ex equipo un año y tres meses después, pero esta vez en el bando rival. El catalán regresó este verano a su tierra, Cataluña, donde está su casa y su familia. Llega al Girona después de pasar desapercibido en el conjunto madrileño, donde no superó los diez encuentros en Liga. Con el Getafe en Europa y con superávit de centrales, puso en el mercado a Ignasi, con varias novias en Segunda. El Rayo Vallecano parecía el más adelantado para hacerse con sus servicios, pero fue al final el Girona el que consiguió adquirir al ex de Arsenal o Lugo.
Este domingo, en el primer día de septiembre y penúltimo del mercado, el Málaga visitará Montilivi. Allí espera Ignasi Miquel, titular en las dos primeras jornadas de Liga, para enfrentarse al equipo que le dio un mayor impulso a su carrera, estancada en Segunda hasta la llamada de los blanquiazules. El defensa dejó muchos amigos en la Costa del Sol, y como dijo en su presentación, está “convencido” de que los caminos de club y jugador se volverán a cruzar, pero hasta el momento, solo se reencontrarán con camisetas distintas.