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@JuanjeFernandez || Ante la falta de gol es normal mirar hacia la delantera. Cuando escasean los goles la responsabilidad suele caer en los atacantes sea cuál sea el equipo, su categoría o la calidad de sus delanteros. Es una norma no escrita que no siempre es cierta. En Málaga preocupa la falta de gol pero ante los pocos efectivos que tiene Víctor Sánchez del Amo en ataque, prácticamente cuenta con Armando Sadiku como único ariete natural, el madrileño busca solucionar los problemas de gol de los de Martiricos, cuatro goles en siete partidos, desde el centro del campo. Una zona donde sí cuenta con muchos efectivos pero que todavía no ha terminado de dibujar el entrenador.
Boulahroud, Benkhemassa, Keidi Bare, Adrián, Juanpi, Pacheco, Ramón… todos han sido probados por un técnico madrileño que sabe que a su equipo le falta algo de profundidad y que la clave está en la sala de máquinas. Los blanquiazules dominan los partidos pero las estadísticas dicen que más de la mitad de los pases del equipo ocurren en campo propio. Una situación que provoca que apenas acaben llegando 2-3 balones de cierta calidad al jugador que juega de punta. Es cierto que el problema también es de puntería, pero las situaciones en las que los delanteros blanquiazules llegan al disparo tampoco son las mejores.
Luis Hernández coincidía en el día de ayer con su entrenador en ese aspecto. "Cuando llevamos seis partidos sin ganar no creo que el problema sea solo una situación. Hay que buscar el equilibrio entre no encajar y aprovechar ocasiones. Estamos trabajando para que los desajustes sean los menos posibles. Intentamos mejorar, no solo un aspecto, sino de manera general. Los responsables somos nosotros”, explicó el defensa.
En el último partido el centro del campo fue el que más rotó. Para el partido ante el Sporting, en una semana previa de jornada intersemanal, el equipo podría prepararse para ver a jugadores como Ramón volver a tener protagonismo, algo que no ocurre desde la jornada 3 cuando el canterano disputó más de 20 minutos en Montilivi.