LA TEMPESTAD EN EL MÁLAGA Y EL MUNDO ALTHANIENSE

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El maremagnum que se ha instalado en el Málaga está haciendo temblar, y de qué manera, los cimientos de la entidad blanquiazul. Si ya era grave lo que ocurría desde el verano, con todos en los despachos dudando de todos por si el uno le hacía la cama o el otro le pegaba una puñalada trapera, lo de las órdenes de Al Thani pasando por encima de todos los directivos y consejeros ya es el no va más de las tempestades.

 

No puede ser que tengamos un dueño que sólo se preocupe de su club, de su empresa, de su negocio, cuando sus dos hijos mayores, a los que les ha regalado el Málaga como si de un juguete se tratase, le van a llorar quejándose de que los niños grandes no les dejan jugar como quieren. Y lo que hace para solucionar el conflicto es exigir que les pongan un buen sueldo, que sigan pagándole los caprichos de sus viajes y demás gastos, y que echen a los que alguna vez, cuando se han dignado a asomarse por La Rosaleda, les han mirado mal o de reojo. Es el mundo althaniense, son las reglas althanienses.

 

Todo esto es un capricho de los Al Thani, a los que les importa un pimiento el Málaga, al que tienen como sacadero de un dinero que el club no es capaz de generar. Pero eso les da igual. Si no hay, pues que lo consigan como sea. Como sea. Y si no pueden hacerlo, a la calle.

 

Y muy cerca de la calle está la plana mayor de este club que es un desgobierno absoluto, desde Casado a Husillos, pasando por Novo o Jofre. Algunos por orden del dueño, otros por hartazgo, tienen sus días contados. Y hartos estamos ya, ¿o no?, de que traten así al Málaga. Con lo felices y tranquilos que hubiéramos sido si hubiesen cogido los muchos millones de euros que les ofrecían este verano y hubieran dejado que entrase savia nueva, gente con ilusión, personas con ganas de invertir con criterio y con un plan estratégico de crecimiento sostenible…

Pero no, aquí en Málaga se vive demasiado bien como para permitir que otro triunfe. Aquí es mejor que se hunda el barco antes de permitir que un nuevo capitán sortee las grandes olas del violento temporal. Pinta mal, muy mal. Sólo espero que los jugadores y el cuerpo técnico sepan/puedan aislarse y ganen al Espanyol para que la marejada amaine algo. Aunque ni un buen resultado pondrá paz en Martiricos mientras los Al Thani sigan haciendo y deshaciendo a su antojo y sin ningún tipo de criterio.