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He dicho muchas veces que los resultados en pretemporada, ya sean victorias o derrotas, no sirven de mucho. Hay miles de ejemplos de equipos que van a ganar la Liga en el período estival y, cuando comienza la competición, se hunden en la miseria. E igual ocurre con algunos jugadores. Me viene a la cabeza el ejemplo del año pasado con el Valencia y Éver Banega.
Aclarado esto, sí que las sensaciones que está dejando el Málaga en estos primeros encuentros son muy buenas. Da igual a quien alinee Javi Gracia. Todos entienden lo que tienen que hacer: presionar muy arriba al contrario en su salida del balón, ser solidarios y valientes en ese esfuerzo y no recular, no rifar la pelota cuando se tiene la posesión pero tampoco mantenerla mucho en las botas del mismo jugador, e intentar marcar tanto dentro como fuera del área, que para eso hay grandes lanzadores.
Grosso modo esas son algunas de las líneas maestras del nuevo Málaga. Es lo que se trabaja en los entrenamientos y lo que estamos viendo en los partidos. Es obvio que aún hay cosas que mejorar tanto a nivel físico como táctico. Pero, sin tirar las campanas al vuelo, me da que este equipo sí que va a intentar dominar los encuentros con la posesión, controlar el tempo del partido con el balón en los pies. En definitiva, parecerse, salvando las lógicas distancias, al de Pellegrini.
Schuster dijo nada más aterrizar en Málaga que no había apenas diferencias entre él y el chileno. La práctica nos demostró que sí las había y que, aunque no existieran, no tenía futbolistas para jugar al toque en el centro del campo ni para encarar en el uno contra uno por las bandas. Ahora sí parece que los hay.
Con el asentamiento de la pareja Camacho-Darder, el regreso de un Recio mucho más maduro, y la integración de Pablo Pérez, sí hay quien maneje los tiempos con criterio. Y eso sin contar con Portillo o Rafa de Vicente, que parecen más fuera que dentro, pero que aún siguen en el equipo. Y luego, en las bandas, la llegada de Horta y el ascenso de Samu Castillejo permiten soñar con aquellos tiempos de Joaquín o Isco en los costados.
Ya digo que las conclusiones definitivas en pretemporada, y menos con tan solo cuatro partidos jugados, no se pueden hacer porque no sirven de nada. Pero sí que puedes ver que estos primeros pasos parecen darse en el camino correcto y que en el campo se refleja lo que se hace en los entrenamientos. Y eso te da mucha confianza de cara al futuro. ¡¡¡Si hasta se marcan goles sin problemas!!!
Así que tendremos que seguir evaluando y examinando todo lo que hace este Málaga, ilusionándonos con que lo visto hasta ahora, tanto en juego como en resultados, se repita habitualente cuando empiece lo que de verdad importa, la Liga. Esas ya son palabras mayores.