¿PERO ESTO QUÉ ES?

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La frase que pone título a esta columna de opinión no es mía. La soltaba Matías Prats en el programa de inauguración del Mundial de Francia 98 en TVE cuando fallaron una serie de conexiones previas a la ceremonia inaugural. Cuatro palabras que seguro que en algún momento de la noche de ayer gritaron los malaguistas viendo a su equipo en Mestalla. Me da miedo decir que el equipo ha tocado fondo tras el ridículo de ayer. Parece que en el sótano del fracaso de este momento puede haber alguna planta más.

 

Buscar culpables no ayuda a que la entidad de Martiricos sume puntos en su casillero. Podríamos estar horas y horas debatiendo sobre si Al-Thani ha agitado un verano que prometía poco o si Míchel no da con la clave para sacar al equipo de esta situación. El equipo y la afición han entrado en barrena tras una de las derrotas más vergonzosas que yo le recuerdo al Málaga CF. Hablando con malaguistas ayer por la noche llegué a la conclusión de que lo fácil será cambiar al entrador porque de presidente y de plantilla ya no podemos cambiar.

 

La defensa del Málaga me recordó, con mucho miedo, a la que vimos el curso pasado en Los Cármenes cada vez que jugaba el Granada. Un equipo hundido al primer golpe que encaja en la mandíbula. Sin reacción, sin ilusión… sin ser un equipo. El horizonte no motiva ni da esperanzas. Lo peor es que somos algunos lo que pensamos que cambiando al entrenador no se arreglará del todo. Llevamos tiempo jugando con fuego. La culpa, como ya dije hace algunos días, es de todos y o hay un cambio de mentalidad en todos los estamentos del club, incluido el aficionado o esto pinta fatal.

 

¿Pero esto qué es?, ¿En qué nos hemos convertido? Ayer había compañeros que hacían referencia a una frase que he repetido mil veces. Al-Thani se irá, Míchel se irá, los jugadores también y aquí se quedarán los de siempre. Es injusto cargar de responsabilidad al aficionado, pero vamos a intentar remar todos para que lo que están manchando sobre el césped no se traslade también a la grada. Lo mejor, que estamos solo en septiembre.