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@JuanjeFernandez || El partido ante el Cádiz sirvió para despejar las dudas que el Málaga había generado en las últimas jornadas, especialmente en la parcela defensiva donde los blanquiazules habían mostrado algunas grietas. Después de haber dejado la portería a cero en cuatro ocasiones en las primeras seis jornadas no habían sido capaz de repetir la cifra en las siguientes once citas ligueras. Partidos sueltos y errores que habían repartido la lupa de los interrogantes entre el ataque y la defensa. El partido ante los amarillos sirvió para dejar la puerta a cero tres jornadas después y dar algunas connotaciones positivas a la zaga.
Empezando por las pocas ocasiones generadas por el equipo de Cervera que se marchó de La Rosaleda sin disparar una sola vez sobre la puerta de Munir. La baja de Luis Hernández había disparado los comentarios sobre una pareja de centrales que no superaba los 23 años de edad. Pau Torres (21 años) y Diego González (23 años). El papel de la pareja de defensas fue clave para frenar los intentos cadistas durante los 90 minutos del partido. Una defensa que venía de conceder muchas oportunidades en el partido en Son Moix que casi costaron los puntos.
Munir es el otro gran favorecido del cambio atrás de los blanquiazules. El meta marroquí dejó la portería a cero después de mucho tiempo. Hay que recordar que en el duelo ante el Nástic, último equipo hasta el viernes que no había conseguido marcar a los malaguistas, era Kieszek el que estuvo bajo palos por las convocatorias internacionales. Munir no dejaba la portería a cero desde el partido ante el Numancia el pasado 29 de octubre. El meta internacional se llevó el premio a mejor jugador del mes de septiembre y sus paradas del fin de semana pasado quedan reforzadas con la seguridad que mostraron sus compañeros.