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Ya se han disputado diez jornadas del campeonato liguero. No es definitivo para el ascenso ni tampoco para la permanencia. Sin embargo, las sensaciones son claras. El Málaga CF va a pelear en el pelotón de los torpes intentando evitar el descenso deportivo, pues el descenso económico sigue ahí amenazador para la entidad. Por desgracia, aún no ha sido capaz de ganar más que un partido en las diez jornadas que ya se han disputado.
Analizar ahora la lamentable planificación de la temporada tiene poco sentido pues en el banquillo hay un entrenador que ya se ha quejado de todo ello siempre que le ha sido posible. Lejos de irse a su casa ha optado por quedarse al frente del banquillo blanquiazul, sin embargo no ha sido capaz de conjuntar un equipo que, si no es ganador, al menos sea capaz tener opciones de ganar de vez en cuando.
Un solo triunfo en diez jornadas disputadas deberían servir para que un entrenador con vergüenza torera dimitiese y abandonase el barco. No es el caso. Ya quedó claro hace mucho tiempo que el señor Sánchez del Amo no se marchará por las buenas, sino que esperará que lo cesen para poder cobrar la totalidad de su contrato.
Frente al Huesca no solo no dio ni una, cambió el sistema de juego que tan bien funcionó en Zaragoza, del 4-2-3-1 pasó a un 4-1-4-1, sino que también se equivocó en los cambios y casi nos deja sin poder jugar el envite contra el Cádiz CF por aquello de las fichas disponibles. Colocó sobre el terreno de juego a un apercibido por Juanpi. Sabiendo que estamos con siete fichas disponibles es de traca. No se entiende salvo que el propio entrenador haya tirado la toalla.
Vistas así las cosas analizar el partido de ayer en El Alcoraz parece absurdo pues no es una cuestión de un día. La trayectoria de Víctor Sánchez del Amo, por muchos apoyos que tenga, es un puñetero desastre. En el Málaga CF, fue incapaz de ganar a ningún equipo que se estuviese jugando algo la temporada pasada. El play off por el ascenso frente al Deportivo nos mostró sus costuras como entrenador en la ida y, lo que es peor, en la vuelta.
Cuando se vio agobiado por la planificación de esta temporada, lejos de dimitir cargó contra quienes menos culpa tenían a sabiendas, pero no tuvo lo que hay que tener ni para culpar al responsable real, Abdullah Bin Nasser Al Thani, ni para dimitir. Esto último se explica porque no tenia donde ir.
Ningún club se ha interesado por él, nadie le ofrece un mejor contrato que aquí en Martiricos, ni está valorado en la “rueda” de entrenadores como no lo estaba cuando le fichó José Luis Pérez Caminero la pasada temporada. Sánchez del Amo, el “catedrático”, ha vuelto a demostrar que es un bluff a largo plazo. Diez jornadas después quedan dos opciones: que el Málaga CF se hunda con su entrenador o que la entidad de Martiricos cambie de entrenador para intentar salvar los muebles y la categoría.
No cabe duda alguna, mientras más se tarde más difícil será el milagro de la permanencia.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.