
CRÓNICA | Dorrio lidera la ‘venganza’ copera ante el Estepona
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El Málaga CF se tomó la ‘revancha’ de la pasada temporada. El equipo de Sergio Pellicer, que no pasó por sala de prensa por un principio de faringitis, consiguió vencer por 1-3 ante el CD Estepona. Una victoria que tuvo que sudar hasta el final y que se sentenció con un tanto de Aarón Ochoa en el 95′. Previamente, en el primer tiempo, el equipo de la capital de la Costa del Sol se adelantó con un tanto de penalti de Lobete. Pena máxima que él mismo provocó. En el segundo tiempo, partiendo desde el banquillo, el nombre propio de los blanquiazules fue Josué Dorrio. Anotó el 0-2, en la primera gran ocasión de la segunda parte, y le regaló a Ochoa el definitivo 1-3. El Estepona amenazó con la prórroga tras el golazo de Teijeira tras un error en salida de Brasanac. Dorrio lidera la ‘venganza’ copera ante el equipo rojillo. Esta es la crónica del CD Estepona 1-3 Málaga CF.
Pellicer alineaba un once con cambios con respecto al Andorra, pero con varios nombres de aroma de titularidad. Carlos López jugaba bajo palos. En defensa, Jokin Gabilondo actuaba en el costado derecho. Lo hacía con protección en su mano derecha tras la fractura que sufrió en el duelo ante el Deportivo de La Coruña. En el costado izquierdo, en la eterna rotación, Dani Sánchez salía de inicio. En el centro de la zaga, Izan Merino actuaba como central junto a Einar Galilea. En el centro del campo, Pellicer le daba las manijas a Juanpe que estaba escoltado por Rafa Rodríguez. Por delante, oportunidad para Aarón Ochoa. En el ataque, Joaquín y Lobete a las bandas, y Eneko como ‘9‘.
El partido empezó con susto para Dani Sánchez. No se había cumplido ni el minuto. El lateral zurdo amagó con el cambio, pero pudo continuar. Síntoma de que el Estepona se iba a tomar muy en serio el encuentro. El Málaga CF quería mandar con el balón y el equipo de Molist esperaba en campo propio. Lo primero diferente que sucedió en el partido partió de las botas de Eneko. El exdelantero del Racing de Ferrol, que venía de anotar un doblete ante el Andorra, realizaba un gran pase al espacio tras girarse que dejaba sólo a Lobete en el uno contra uno frente a Joel Ruiz. En el repliegue defensivo, no le dejaron ni chutar. Derribo en el área. Penalti. Aullido de ‘Lobo‘ que apostó por su lado de seguridad. El guardameta lo intuyó, pero el golpeo iba muy tenso. Bien lanzado.
A partir del 0-1, el partido entró en el terreno del ‘nadapasismo‘. No ocurría nada. Eso es lo que quería el Málaga CF. Controlar el balón y que el Estepona viera difícil conseguir llegar a la meta rival. El único que aportaba algo diferente en el plantel de la Segunda RFEF era su pichichi liguero: Javi Castedo. El ex del Águilas realizó una gran conducción en la banda izquierda que acabó en un centro desde la derecha que remató desviado Dani Sancho. Fue el único peligro real del Estepona, que se veía superado desde el plan de partido. En el equipo blanquiazul, Dani Sánchez tuvo una internada que acabó en un golpeo de zurda que repelió Joel con el pecho.
Las aéreas pasaron desapercibidas durante casi el primer tiempo. El Málaga CF ganaba, pero no generaba. Por delante en el marcador, pero con la eliminatoria abierta. Los fantasmas del curso pasado empezaron igual. Del 0-1 a la remontada. Eso debía evitar el equipo de Pellicer en el segundo tiempo. El técnico de Nules quería intensidad. Y lo buscó desde el primer minuto de la reanudación. Triple cambio con la entrada de Darko, Haitam y Dorrio. Momento para los menos habituales en la competición más propicias para las oportunidades.
Debía buscar cosas diferentes el equipo local tanto para batallar por la eliminatoria como para dar argumentos de ilusión a la afición que llenó el Francisco Muñoz Pérez. Hubo presencia blanquiazul en las gradas, pero el Estepona fue mayoría en un estadio que se quedó muy cerca del lleno (3.700 espectadores) y que hizo que se viviera un ambiente bonito de Copa del Rey. Salió más alto el equipo de Molist en la segunda parte. Tuvo un par de acercamientos. El más peligroso, un remate de cabeza que atajó Carlos López tras el centro de una falta lateral. En el Málaga CF, el plan de encuentro era el mismo. Intentar tener el balón siempre que pudiera y que no pasara nada. La diferencia en el comienza del segundo tiempo con respecto al primero, es que el Estepona empezó a adueñarse de la posesión.
El equipo local se iba acercando a la portería de Carlos López aunque no tenía esa gran ocasión que pudiera generar miedo real al Málaga CF. Pellicer siguió refrescando desde el banquillo y metió a Dotor por Rafa Rodríguez. Un cambio que habilitó a otro cambio. El ex del Real Oviedo y Sporting de Gijón controló un balón raso en la banda derecha y levantó la cabeza. Lo tuvo claro al instante. Pase en profundidad al buen desmarque de Dorrio. ‘Timing‘ perfecto. Como si llevasen centenares de partidos jugando juntos. El extremo la controló con el pecho y acabó rematando con una acrobática volea. 0-2 en la primera ocasión real de peligro del equipo blanquiazul en la segunda parte. Era el minuto 77. Antes, sólo Eneko lo probó con un disparo flojo desde la frontal.
Parecía que ya se había hecho lo difícil para el Málaga CF. Ventaja de dos goles. Algo que nunca pudo tener el pasado año en el Ciudad de La Línea. Pero la Copa del Rey siempre tiene giros de guión. Que se lo pregunten al Córdoba, Real Valladolid, UD Las Palmas o CD Castellón. El Estepona logró ver portería, recortar distancias y hacer creer a sus aficionados. Perdía un balón Darko, no anduvo fino tras saltar al verde artificial en la reanudación, que acababa en los pies de Teijeira. Cero dudas. Conducción al balcón del área y a pegarle con el alma. Potente y pegadita al palo. Imposible para Carlos López. Reacción instantánea para el Estepona. Marcaba en el 80′. Diez minutos más añadido. Las cosas del fútbol. Más creencia en la prórroga con el 1-2 que con el 0-1. Aunque la distancia en goles fuera la misma.
«¡Sí se puede, sí se puede!«, cantaba la afición del Francisco Muñoz Pérez. Dio alas a los suyos. El gol, merecido por la propuesta esteponera de la segunda mitad, abría el panorama de la eliminatoria. Algunos aficionados malaguistas contaban con cara contrariada cuando pensaron que el partido podría acabar decidiéndose cerca de la medianoche si se iba a la prórroga. Opciones para llegar al tiempo extra tuvo el Estepona. Una rápida transición les colocó delante de Carlos López. Mano izquierda abajo del portero. Aviso serio.
El Málaga CF, una vez vio que el cuarto árbitro alargaba el choque hasta el 95‘, decidió volver al plan que también ejecutó en los últimos minutos del primer tiempo. Tener el balón. Aquí había una gran diferencia en el plano del CD Estepona. La presión rojilla era mucho más alta y los espacios que se generaban a la espalda, mucho mayores. Lo aprovechó el plantel de Pellicer. Otra vez, al igual que en el segundo gol, con Dorrio como protagonista. Ochoa le habilitaba al espacio. El exjugador del Racing de Ferrol conducía hasta entrar en el área y ante la salida de Joel Ruiz, dio el pase atrás para regalarle el gol al internacional irlandés sub-19. Abrazo de alegría y reconocimiento de la asistencia. Llegó en el 95′. La sentencia real y en los últimos segundos. Murió en la orilla el CD Estepona.
Revancha copera completada para el Málaga CF. Victoria por 1-3. Billete para la segunda ronda que se jugará entre el 2 y 4 de diciembre. El sorteo, el próximo 11 de noviembre. El equipo blanquiazul espera un rival de la Primera RFEF (volvería a jugar a domicilio) o de Segunda División (el orden en el que salgan las bolas del bombo determinaría si juega en La Rosaleda o fuera de casa). La proximidad geográfica seguirá existiendo en la segunda ronda, con una salvedad. Los equipos se dividirán sólo en dos grupos territoriales, y no en cuatro como ha sucedido en esta primera eliminatoria.
Esta es la crónica del CD Estepona 1-3 Málaga CF de la primera ronda de la Copa del Rey.

 
 