Noche mágica para cualquier malaguista. Da igual si ayer tenías 60 años que si eras un adolescente. El niño chico que todos tenemos dentro afloró con cada pase de Sandro y Movilla, con cada regate de Gerardo y Musampa, con cada parada de Rafa y Willy Caballero, con cada grito en defensa de Bravo y…
