Es un clásico en los de Casimiro. Cuando peor pintan las cosas, los jugadores se crecen. Con Abromaitis, Díaz y Nzosa fue posible darle un portazo a la crisis, ahogarla en La Fonteta y que el Unicaja saliera a flote para respirar a costa de un irregular Valencia Basket por 66-71.
Y todo sin el lesionado…
