uchos años después, frente a un pelotón de periodistas, el seleccionador Vicente del Bosque había de recordar aquella tarde remota en que su equipo lo llevó a conocer el cielo. A él y a todo un país, compuesto por 46 millones de corazones que aquel inolvidable 11 de julio de 2010 gritaron, saltaron, rieron, se abrazaron…
