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@SuarezRMarca | El Unicaja sumó su tercera victoria consecutiva en Europa -la quinta si sumamos ACB- y se aupó al liderato del grupo D a costa de un Galatasaray que no pudo sujetar a un Toupane desatado en el último cuarto. El francés, en su mejor partido como cajista, fue clave en el parcial de 16-2 que rompió un choque que se complicó en la recta final para terminar 88-83.
Arrancó frío el cuadro local, algo que parece costumbre desde que comenzó la temporada, con más individualidades, mala circulación de pelota y una defensa no demasiado aguerrida que permitía a los turcos, a Webster en particular, marcharse 1-10 en el marcador. Sólo Elegar parecía con la suficiente energía para que el encuentro no se les fuese de las manos a las primeras de cambio.
En el segundo cuarto, con 18-21, Casimiro encontró el quinteto para mover mejor el balón y subir la intensidad defensiva. No era suficiente para adquirir una sólida ventaja, pero sí para dar la vuelta al electrónico, que llegó con dos tiros libres de Ejim (29-27) a 6 minutos para el descanso. Pero reaccionaron bien los turcos tras un tiempo muerto de su técnico. Harrison y Auguste calentaron sus muñecas para recuperar la iniciativa hasta que Thompson, más fino en el triple que bajo aros, con 6 puntos consecutivos, volteó de nuevo el electrónico antes del paso por vestuarios para dejarlo en 41-39.
De regreso al parquet, la anotación se resintió porque los cajistas continuaban sujetando bien a los jugadores clave del Galata, pero volvieron a vicios anteriores en ataque, con más acciones individuales que en equipo. Todo cambió a raíz de un triple de Wacynski que les puso 6 arriba (52-46) en el ecuador del cuarto. Y aunque la buena conexión Adams-Gerun era bien contrarrestada por el talento de Harrison y Moore, el Unicaja se marchó al último cuarto ganando 64-58.
Era buen síntoma para los malagueños, que en esa recta final encontraron la inspiración desde más allá del 6’75. Sus tres primeras canastas del cuarto fueron triples: uno de Alberto y dos de Toupane. El francés, en su mejor partido como verde, firmó 11 puntos consecutivos (78-60). ¡MVP! se escuchó en las gradas para premiar la intensidad del alero.
Parecía ganado, pero en baloncesto no se puede dar nada por sentado. Un 0-11, con Whittington de protagonista inesperado, asustó a los locales. Y más cuando Alberto Díaz fue expulsado a minuto y medio del final por una segunda técnica más que discutida. Sufrió el Unicaja, pero finalmente pudo cerrar el triunfo que le otorga el liderato.