Compartir esta publicación
@Danielnz97 || Sed de triunfo y victoria de una Rosaleda que aún no había visto ganar a su equipo en la presente temporada. Cuatro partidos consecutivos sin conseguir los tres puntos y un mes de septiembre de todo menos tranquilo. El equipo, al que no le faltó pundonor en ninguna de las jornadas anteriores, volvió a progresar adecuadamente, sobre todo en la primera mitad, para conseguir un resultado (1-1) que no vale para calmar a una afición que no se olvidó de Al Thani.
Adrián, fallón en Miranda del Ebro, cogió las riendas del ataque malaguista en una primera mitad en la que la posesión fue rayista. Asistencia de Lombán al capitán, cuyo disparo a los cuatro minutos de arrancar se marchó algo desviado. Primer despiste defensivo del cuadro dirigido por Jémez, ese entrenador tan polémico como atrevido al que no le importa descuidar su casa por ir a allanar la del contrario.
Y fue el ‘8’, que recibió el esférico tras una gran jugada colectiva, el encargado de asistir a Cifu en el tanto malaguista. Revisión de VAR mediante, el lateral derecho llegó con fuerza desde atrás para aprovechar el pase de la muerte del sempiterno criticado Adrián González, que apareció de nuevo en alguna contra fallida, difíciles de ejecutar por la lentitud de este y de su compañero Sadiku, y en el que pudo ser el segundo de los locales: recibió dentro del área en una acción de pillería y se la dio de cara al ariete, que la mandó arriba.
Embarba, con tres goles y cuatro asistencias en cinco jornadas, fue el mayor peligro de los de la capital. Genialidad al poco tiempo de empezar para hacer bailar a Luis Hernández. Luego estuvo también a punto de empatar el propio jugador del conjunto madrileño, aunque la más clara fue sin duda la que no pudo aprovechar Pozo. Golpeo desde fuera del área y extraordinaria respuesta de Munir con una mano sensacional, tanto como la vaselina que intentó Juanpi a unos 15 metros del área y que hizo levantar al público malacitano.
Un cuarto de hora pasó desde el “Al Thani, vete ya” que gritaron los poco más de 13.000 malaguistas que se dieron cita justo después del descanso y el disparo al palo del recién ingresado Bebé en sustitución de un muy errático Andrés. Y no mucho más transcurrió hasta el empate. No podía ser otro que Embarba, la mayor (y casi única) amenaza visitante. Grosero error en la marca entre Juankar y Diego y mucha facilidad la que tuvo el centrocampista para poner las tablas en el marcador.
Casi aprovecha Benkhemassa, que dejó el césped por Boulahroud poco después, un fallido pase atrás a Alberto en una jugada que empezó con un pelotazo de Munir, que vio cómo Ulloa mandaba el balón a su palo en el 65’. Lombán también se marchó y Lorenzo, al fin, pudo debutar. La afición repitió de nuevo los cánticos ya habituales mientras las asistencias atendían al dolorido Milic, que dejó su sitio a Catena. Juankar y Sadiku vieron amarilla y una pérdida de Keidi casi provoca la remontada. Solo en el segundo palo esparaba Bebé un balón que nunca llegó. Todo esto antes de entrar en los últimos 20 minutos de encuentro.
Embarba, protagonista casi absoluto, y Ulloa se sumaron al club de los amonestados por Díaz de Mera, del colegio castellano-manchego. El malagueño Pozo, que rozó el gol en la primera mitad, dejó su sitio a Valentín en el 80’. Hugo fue la solución de última hora de Víctor, que completó los cambios en el 84’, pero no fue suficiente para lograr la primera victoria del curso en Martiricos (1-1).
MÁLAGA: Munir; Cifu, Lombán (Lorenzo González, min. 63), Luis Hernández, Diego González; Juanpi, Keidi Bare, Benkhemassa (Boulahroud, min. 66), Juankar; Sadiku (Hugo Vallejo, min. 84) y Adrián.
RAYO: Alberto; Advíncula, Saveljilch, Milic (Catena, min. 69), Saúl; Mario Suárez; Embarba, Trejo, Pozo (Óscar Valentín, min. 79), Andrés Martín (Bebé, min. 46); y Ulloa.
GOLES: Cifu (12') y Embarba (54').