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Hace unas semanas nos despertamos con las imágenes y el eslogan de la campaña de captación de nuevos abonados para la segunda vuelta. Un eslogan muy llamativo y que seguro cumple a la perfección su cometido. Algo así decía: “El Málaga necesita tu amor”. Pero a mi, que soy de naturaleza compleja y razonamiento enrevesado, me genera controversia y me plantea las siguientes cuestiones:
Acaso el aficionado no lleva demostrando desde principios de verano que lo que siente por el club es amor verdadero, del fiel, del que lo perdona todo, incluso hasta un descenso o los vergonzosos desmanes de la gerencia. ¿Cómo se premia por parte del club la fidelidad del abonado? Si tras un descenso de categoría, tras una temporada lamentable, te ofrecen la renovación con un descuento a todas luces insuficiente.
Pero aún así rozamos los 20.000 abonados, porque el malaguismo no es una moda pasajera, es un sentimiento perenne que se lleva dentro, que se transmite entre generaciones y que debería ser más reconocido por el club.
No es momento de pedir más involucración de la afición, sino que el club devuelva a la aficionado la deuda que lleva contrayendo temporada tras temporada. Y todo debe comenzar en el campo, evitando espectáculos bochornosos como los que se tuvieron que vivir ayer. En las oficinas con campañas enfocadas más a devolver la confianza que a solicitar más esfuerzo sobre la afición. Y desde la propiedad, que está agotando el crédito y la paciencia ilimitada que demuestra el malaguismo pese a todas las tormentas que ensombrecen el presente y empañan el futuro.
Espero que más pronto que tarde se den cuenta que el activo más preciado que tiene el club es su afición y puede llegar un momento que de tanto maltrato se acabe esa historia de amor que ha vestido de luces y esperanza su historia.