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El próximo reto del Unicaja es de nivel. El último partido a domicilio del 2025 para los de Ibon Navarro no da tregua ni en rival ni en ubicación. Jugar fuera del Carpena siempre tiene ese plus de incomodidad y que enfrente esté el campeón de la Liga Endesa de las pasadas dos temporadas sugiere el panorama contra el que va a haber que luchar. Junto a esto, la racha que protege al Movistar Arena no acompaña.
Unicaja ante una racha histórica
El Real Madrid acumula 36 choques invictos en su fortín, teniendo que retroceder hasta el 31 de marzo de 2024 para vislumbrar derrota en la capital. Un dato que a priori puede pesar pero que, por otra parte, también puede quitar presión a los cajistas. Los malagueños aterrizarán en Madrid con mucho que ganar, sobre todo en relación a la clasificación pero también con intención de romper la mejor cadena como local de un equipo en toda la historia del baloncesto español. Y poco que perder, ya que los de Sergio Scariolo están mostrándose sobresalientes en ACB y respaldados por su público nadie echaría en cara una derrota a los verdimorados.
Sin presión pero con ambición
Eso sí, caer en este tipo de encuentros es, por supuesto, admisible, pero no a cualquier precio. Del Unicaja se espera, como bien ha recalcado en más de una ocasión su técnico, alma y corazón. Los cajistas deben competir y poner en tesituras complicadas a los madrileños. Si los duelos de la fase de grupos de la BCL eran entrenamientos lo de este domingo, a partir de las 19:00h, es un examen.