Así se vivió la consecución de la segunda BCL consecutiva de Unicaja desde Los Guindos

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Otra tarde bañada en oro para Unicaja. El equipo de Ibon Navarro ha logrado revalidar en Atenas la BCL conseguida en año pasado. Gracias a una gran actuación defensiva, los cajistas dominaron al Galatasaray y se impusieron por 67-83 con un Tyson Carter que acabó siendo el MVP. Desde Atenas, centenares de malagueños apoyaron a su equipo y vivieron otra noche para el recuerdo. Pero la fiesta en el pabellón José María Martín Urbano no se quedó atrás. El Unicaja puso en disposición de los aficionados que animaban desde La Costa del Sol una pantalla gigante para crear un ‘Mini Carpena’. Así se vivió la consecución de la segunda BCL consecutiva de Unicaja desde Los Guindos.

La afición entregada desde el calentamiento

Las sensaciones previas al partido eran bastante buenas. Se percibía la positividad en el ambiente y la confianza de poder revalidar el título europeo. El pabellón lleno cantó a capela el himno de Unicaja para animar desde la distancia y cada punto a favor de los de Ibon Navarro hacía retumbar el suelo de Los Guindos. Hubo momentos de tensión, sobre todo con ese parcial de 10-0 que propició el empate a 26 de los turcos. Pero la marea blanquiverde no le perdió la cara al partido pese al arreón del Galatasaray.

El himno como símbolo de unión

Durante todo el partido se aprovechó para corear el himno de Unicaja en cada tiempo muerto. Pero tras el pitido final la cosa fue a más. Todos en pie y bufandas al vuelo para estremecer el pabellón José María Martín Urbano y poner los pelos de punta a todos los presentes. Una vez más, la afición de Unicaja volvió a sellar su amor y compromiso por los colores verde y morado.

Se desata la locura tras el pitido final

La euforia empezó a sobrevolar el pabellón. A pleno grito de… ‘¡CAMPEONES, OE, OE! se celebraba otro título para Unicaja. Desde Los Guindos también se levantó el título de la BCL para iniciar una fiesta que se alargará varias horas. Pero este equipo y esta afición va a por más. Apenas unos minutos después de lograr la victoria, se pedía al equipo de Ibon Navarro que ahora era el turno de llevarse también el campeonato liguero. Algunos se fueron con sus familiares y amigos a seguir con la fiesta, pero otros ya esperaban para poder ir a recibir al equipo al aeropuerto.

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