Cameron Oliver se presenta en sociedad (70-86)

Partidazo del californiano (19 puntos y 9 rebotes), líder junto a Axel Bouteille, y el Unicaja que se va de Rumanía con los deberes hechos

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Cameron Oliver, en un partido de la BCL / FIBA

Para esto ha venido Cameron Oliver a Málaga. El californiano fue el líder de un Unicaja que se va de Rumanía con la clasificación a cuartos bajo el brazo, salvo catástrofe, y el liderato, noche redonda para los de Ibon Navarro. Una segunda parte sensacional del pívot, en ambos lados de la canchas, que será recordada como la carta de presentación del nuevo fichaje. Todos son buenas noticias, quizás el mejor día del curso en Los Guindos.

El Unicaja se ha abonado a arrancar como un tiro los partidos, también hoy en Cluj. Una puesta en escena esperanzadora, con el liderazgo de Axel Bouteille y un equipo que es más reconocible cada partido que pasa. Hoy sí pudimos ver qué puede ofrecer Cameron Oliver, el líder de los malagueños en Cluj y un Alberto Díaz que se erige como el alma de la plantilla; un primer cuarto inmaculado (17-23), con solo una pérdida y varias marchas más que los locales, un guion parecido al que vimos en el Fernando Martín hace unas semanas.

El partido cambiaba a partir de una falta antideportiva sobre el pelirrojo y un triple, a tabla, del nuevo fichaje cajista. Unos minutos raros de correcalles, con situaciones a placer que Unicaja no sabía aprovechar, acercaban a los locales hasta el 29-32. El parcial aumentaba y también el nivel de intensidad del Cluj. Un fino Axel Bouitelle lo cortaría con un tiro a media distancia (31-34). El bonus, salvavidas para el Cluj y desde el tiro libre tomaba la delantera por primera vez (35-34).

Stewart sumaba y acentuaba la crisis cajista, momento crítico y el estadounidense certificaba el 40-34 desde lejos, un 22-7 de parcial en un abrir y cerrar de ojos. Solo cuatro canastas en más de ocho minutos, jugando con bonus en contra la mayoría del cuarto. Ibon Navarro daba entrada a Carlos Suárez a 1:33 del descanso, el capitán solo había jugado ante el Real Madrid desde la llegada del vitoriano.

Un pequeño parcial de 0-7 maquillaba el marcador al descanso, con un Axel Bouteille que ejercía los galones en ataque (42-41). El Unicaja había conseguido que escampara, un momento de dudas salvado gracias a los buenos minutos de Cameron Oliver, desde la intimidación y el rebote, gran argumento para su contratación, y el acierto del alero francés, con 13 puntos al descanso.

Una segunda parte sobresaliente

Este dúo ponía por delante a los malagueños nada más arrancar el tercer cuarto (44-48), bien secundado por Dejan Kravic. Conseguía reaccionar el Cluj y empatar el marcador, pero el Unicaja había vuelto a la versión sólida del primer cuarto y un Kravic que crecía en el partido, siendo decisivo en ambos lados de la pista. El marcador seguía apretado en el ecuador (51-52) y unos minutos que pasaban con el marcador intacto, ritmo que favorecía a los intereses de los visitantes. Gran trabajo de Barreiro en el rebote, el gran talón de Aquiles el pasado sábado.

Dustin Hogue colocaba el 54-56 desde la esquina, un parcial horrible en los ataques (12-15) en el tercer período, con solo once canastas entre ambos equipos. Patrick Richard desde la personal dejaba el electrónico igualado con diez minutos por jugar (56-56).

Cameron Oliver era el comodín para contrarrestar el físico de los rumanos, el californiano sumaba incluso un mate de concurso gracias a un robo de Mooney: 14 puntos ya para el ‘0’ y una gran entrada del Unicaja en este cuarto (56-60). Un triple de un Brizuela hasta ahora inadvertido disparaba a los de Ibon Navarro (56-63); una ventaja para soñar por salir de Rumanía con el liderato de grupo bajo el brazo.

Frenaba Bircevic la sangría desde la esquina, pero contestaba el alero vasco desde el mismo punto (59-66). Brandon Brown y el bonus volvían a apretar el marcador, y un Unicaja estancado en ataque. Un tres más uno de Cameron Oliver, el héroe cajista en Cluj, daban un poco de margen a los de Ibon Navarro (63-69). Esa barrera de seis puntos con cuatro minutos por jugar.

Abromaitis y Bouteille ponían la ventaja en dobles dígitos (63-73). Un final por delante de infarto, ya con un ojo en el basket-average. Oliver y Alberto Díaz hacían saltar las alarmas en Transilvania (65-80), y Bouteille daba la puntilla desde la personal. El objetivo ya se tocaba con la yema de los dedos.

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