El Unicaja coge aire… y da una exhibición de baloncesto (71-85)

Los malagueños completan el mejor partido del curso en el Fontes do Sar. Sobresalientes en ambos lados de la cancha, y un triunfo que invita al optimismo tras unos días negros...

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El Unicaja coge aire.. y se pasea () / ACB

El Unicaja se ha abonado a ser un equipo impredecible. Pocos se habrían imaginado que tras la sonrojante imagen hace apenas 72 horas en Oostende, los de Ibon Navarro iban a completar el partido más completo de la temporada en el Fontes do Sar. Impecables los malagueños desde el salto inicial: solidarios, con acierto hasta el final y sobre todo muy conscientes de lo que había en juego en Santiago. Nada se puede reprochar a los cajistas; una gran versión que llega en el momento ideal. Días de tranquilidad por delante en Los Guindos.

Darío Brizuela comandaba el ataque cajista en los primeras posesiones, jugador que se siente muy cómodo en situaciones límite. Gran arranque de los visitantes, duros en defensa y con buenas decisiones en ataque. Abromaitis daba la primera ventaja clara anotando de tres (3-11), y un Alberto Díaz enchufado en ambos lados de la pista. Puesta en escena esperanzadora de los malagueños y el base pelirrojo que se iba a erigir como el líder del Unicaja. Un dúo junto a Brizuela imparable hasta ahora en el Fontes do Sar (7-19). Muy cómodo el ataque cajista y paradójicamente desvergonzado, con toda la tensión que rodeaba a este partido.

Los cajistas conseguían una ventaja muy jugosa con solo cinco minutos disputados (9-21). Con todas las piezas acertando, también Matt Mooney, que volvía al parqué tras superar su dolencia en el tobillo. Y un Cameron Oliver que convertía sus dos primeros intentos (13-27). Todo rodado y con una versión de Unicaja hasta ahora sin fisuras y completando un primer cuarto sobresaliente, que lo cerraría Brizuela (14-29), ya con nueve puntos en su cuenta.

Los de Moncho Fernández empezaban a asomarse, aunque aún sin intimidar a los malagueños, con un nivel de acierto inferior y un ritmo más acorde a lo que esperábamos en la previa (18-31). La versatilidad de Oliver hacía daño a los grandes gallegos, sin argumentos para frenar al estadounidense, hasta iba a forzar unos ochos segundos a Albert Oliver. Los locales ya sumaban la friolera de doce pérdidas, bien aprovechadas por el Unicaja: 18-35, la máxima en el marcador.

El Unicaja conseguía sumar gracias a la solidez en defensa, aquello del estado de ánimo que siempre se ha dicho en el Carpena. Francis Alonso y Kravic aumentaban el parcial (18-40). Y un mate de Oliver que va de camino a mejor jugada de la jornada, perfecto hasta ahora el ‘0’. Un pequeño parcial del Obradoiro reducía la ventaja al descanso, aún con margen y que no empaña el gran trabajo de los de Ibon Navarro (30-45).

La reanudación no podía ser mejor: un 2-10 de salida daban la máxima a los visitantes (32-55). Brizuela se iba hasta los 17 puntos, demostrando por qué es de los jugadores con mayor talento ofensivo de la ACB. Acertados incluso en el rebote, no se le puede poner un pero a los malagueños. El alero seguía sumando y causando una sangría con el partido ya roto (35-60). El Unicaja no bajaba la guardia: muy activos de manos y sin conceder, una actitud impecable aún yendo muy por encima.

Un triple de Oliver dejaba un marcador escandaloso (35-64). Los verdes se empezaban a gustar y a sonreír, quizás la mejor noticia del partido. Porque si esta plantilla disfruta, tiene talento de sobra para competir ante cualquiera. Una ventaja muy amplia tras acabar el final del tercer cuarto (47-70).

Los gallegos recortaban diferencias, pero ahí estaba un excelso Darío Brizuela para asestar el golpe definitivo a los de Moncho Fernández (53-74). Obradoiro iba a maquillar el marcador en los últimos diez minutos, ya con todo decidido. Con minutos también para Mario Saint-Supéry, el más joven también en debutar en ACB. Un Unicaja que iba a sumar la novena victoria del curso y que le aleja del descenso, cada día que pasaba con más aire de posible que de utópico. Este triunfo ayuda para ser optimistas.

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