No se presentó el Unicaja en el Movistar Arena, (99-81). El Real Madrid pasó por encima del cuadro malagueño que acusó el cansancio del domingo unido a un mal juego poco habitual en el club de Los Guindos. Poco que destacar del cuadro de Ibon Navarro cuyo mensaje fue para intentar recuperar a sus jugadores de cara al segundo partido, también en Madrid el próximo viernes a las 21:15 horas.
El partido nació con ritmo en la capital del Reino. El Unicaja y el Real Madrid se repartían las carreras y los puntos en un arranque donde las defensas estaban finas. Los dos equipos estaban enchufados desde la línea de tres con N’Diaye como protagonista merengue y Kilian Tillie en el equipo de Los Guindos. El cuadro malagueño sufría en defensa para parar el juego de sistemas de un Madrid muy superior. Hezonja y Musa dispararon a los blancos en el marcador. Ibon Navarro para el choque con un tiempo muerto que no servía para frenar la racha anotadora de los locales. El 7 de 11 en triples del equipo madridista era letal para un Unicaja que se quedaba atrás en el marcador. Lo intentó corregir el técnico vitoriano, pero el motor cajista no arrancaba al final de los primeros diez minutos con un sangrante 29-14 para el Real Madrid.
Tras la primera pausa, el Unicaja salió algo más enchufado. Al Madrid le costaba un poco más encontrar los lanzamientos fáciles, pero el Unicaja no aprovechaba esta pausa anotadora. Kravish y Tillie anotaban para recortar distancias y colocar al Unicaja a diez puntos. Hezonja y Campazzo combinaban para fastidiar el intento de remontada y devolver la distancia a los 15 puntos, (42-27). El Unicaja no estaba acertado y no podía correr. Los cero puntos de contraataque del cuadro de Los Guindos eran una clara señal de que algo no funcionaba. Abalde cerró con cinco puntos otro mal cuarto cajista para dejar el electrónico con un 51-31 para el cuadro madrileño.
El comienzo de la segunda parte dejó sensaciones similares para el Unicaja. Los cajistas no estaban finos y erraban desde la línea de 6,75 una y otra vez. Un momentazo microondas de Facundo Campazzo hundió el inicio de cuarto de los de Ibon Navarro. La distancia en el juego y en el marcador cada vez eran mayores. El Madrid estaba muy enchufado y se notaba en todas las acciones. Musa recogía el testigo de Campazzo para seguir percutiendo desde el exterior. El Unicaja cogía algo de aliento también con los triples de Kalinoski y Alberto Díaz. No sirvió de mucho porque la distancia seguía siendo un mundo al final del tercer cuarto, (75-53).
El último tramo dio paso a un Madrid algo más relajado. Los blancos aprovechaban para rotar a jugadores importantes como Musa, Campazzo o Hezonja. El Unicaja entregó la cuchara en un cuarto que tuvo poca historia. El choque finalizó de manera acalorada con una acción fortuita entre Garuba y Tillie que dejó al pívot madrileño sangrando. Luego fue un encontronazo entre Ejim y Tavares. El partido terminó 99-81 para un Real Madrid que fue superior al Unicaja y que se lleva el primer punto de las semifinales.