Título, viaje, fiesta y a recargar. Los últimos días del Unicaja han estado repletos de movimiento. Desde la concentración de una semifinal a la adrenalina de una última batalla. Euforia por seguir agrandando la historia de una etapa que nadie va a olvidar. A esto hay que sumarle la celebración en Atenas, la ‘accidentada’ vuelta a casa y la fiesta con la Marea Verde. Así, Ibon Navarro premia a los campeones de la BCL: descanso hasta el jueves. Después, mira puesta en los tres duelos restantes de la fase regular de la Liga Endesa y a luchar por el playoff que otorga el ansiado único título que le falta a esta ‘era’.
El martes pasado el equipo malagueño iniciaba su periplo por Atenas. Los cajistas eran el primero de los cuatros conjuntos que disputaba la Final Four que aterrizaba en la capital helena y fue el último en poder ejercitarse en el Sunel Arena. Tras trabajar, principalmente, en un escenario diferente al que acogía la cita, los verdes se impusieron al anfitrión, el AEK, y a los casi 9.000 griegos que les apoyaban desde la grada.
Día de parón para reestructurar y acudir a una gala de premios que levantó polémicas por la falta de galardón para algún pupilo costasoleño. Y, vuelta al parquet. Hora perfecta en España, 19:00h, domingo y toda una provincia pendiente de un posible hito. Probablemente, el ‘plan’ más eficaz de la historia de los planes lo volvió a hacer. Por segundo año consecutivo el Unicaja levantaba el trofeo de la Basketball Champions League al cielo europeo.
Inicio, entonces, de celebrar. Primero sobre la pista, con ya la copa entre las manos del capitán que más bíceps va a conseguir esta temporada. Después, al hotel. Fiesta privada y escapadita para una foto histórica con el trofeo y el Partenón de fondo. Al mediodía ya estaban de camino a Barcelona. Retraso de dos horas del vuelo hacia Málaga y a esperar en la ciudad condal.
Por fin, suelo andaluz a las 18:30h del lunes. Sprint a la Fundación bancaria para la visita privada y rumbo al Santuario de la Victoria, donde esperaba la Marea Verde. Ofrenda a la patrona, celebración junto a la afición cajista y vuelta al bus. Horas, en resumen, de auténtica emoción y piernas cargadas. Por ello, y la consecución sobresaliente del cuarto título de esta campaña, Ibon Navarro premia a los campeones de la BCL: descanso hasta el jueves. Después, el Unicaja ya estará pendiente de su siguiente misión, recibir en el Carpena al UCAM Murcia en Liga Endesa.
