Un Unicaja de autor

Ibon Navarro ha tenido que esperar nueve meses para ver a un Unicaja con su sello, un estilo que además ansiaba el Carpena

0
200
El Unicaja, en un entrenamiento / UNICAJABFOTOPRESS

Después de años de desasosiego, como culmen una temporada pasada ya cicatrizada, el Unicaja parece haber trazado un camino para encontrar una identidad. El club hizo hincapié este verano, además de armar un equipo lo más puntero posible, en recuperar unos valores que quedaron en el olvido en Málaga, y que te exige el baloncesto actual. Es irrefutable que se han subido varios peldaños en el físico, la repetida polivalencia, y que de momento está surtiendo efecto; pero Ibon Navarro ha conseguido inyectar muy rápido a su equipo ese carácter que tanto reclamaba el Carpena; de ahí las extraordinarias cifras en los primeros partidos en el Palacio. Suena a cliché más de fútbol, cada vez más expandido, pero también importa mucho el cómo se dan los resultados en esta ciudad.

Porque el Unicaja, salvo el partido en Vitoria, ha sido un equipo que ha mostrado un nivel de energía, innegociable, muy alto. Baloncestísticamente ha habido días de poca riqueza, el día de Badalona escoció, pero es algo que irá creciendo en el día a día. Los pilares son sólidos, más por supuesto el talento, otro ingrediente esencial para soñar con días de gloria por fin tras tanta zozobra. Al aficionado, por lo general, le gusta lo que ve porque recuerda a la etapa gloriosa de los malagueños. La entrega de Ejim o Djedovic, que quizás sean las caras más representativas de lo que se pretende, de los recién llegados, recuerdan al Pietrus de la época; un nombre al que aludió Juanma Rodríguez en verano de por dónde deberían ir los tiros.

El director de la orquesta es un Ibon Navarro que siente a este Unicaja como suyo, por el poder que tuvo en verano, y porque los verdes ya tienen, transcurridos doce partidos oficiales, un patrón fácilmente identificable con el técnico vitoriano. Ser el segundo mejor equipo defensivo de Liga Endesa, y tercero en BCL no es ni mucho menos casualidad. Es un entrenador que por otra parte ha calado con el Carpena, ya el año pasado. Quizás ese fue un motivo de peso para que abandera el nuevo proyecto. Un Unicaja de autor. Mañana se cumplen por cierto nueve meses de su llegada a Málaga.

El sexto puesto en Liga Endesa, aún anecdótico pero esperanzador, circunscribe que esta es la línea a seguir; tampoco sin menospreciar el cómo se han cumplido los tres compromisos en Europa. Es normal que ya se sueñe en Badalona, o suceder al Lenovo Tenerife en BCL. Piano a piano. Pero este Unicaja ha conseguido ya ser un equipo algo reconocible, que no es poco; a partir de ahí solo queda ir para arriba. El próximo reto es retomar esta velocidad de crucero después del parón, una fase decisiva del curso para hacerse hueco en el pelotón. Dos semanas que se van a hacer largas porque el sabor de boca ahora es inmejorable.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí