El centro de Innovación Social La Noria Málaga acoge durante el día de hoy la segunda jornada de Málaga Bio, que reúne hasta mañana 5 de junio a expertos en bioconstrucción industrializada y prefabricada para poner en contacto a empresas, profesionales, tejido emprendedor y entidades públicas en torno al debate sobre la descarbonización del sector de la construcción.
Málaga Bio está coorganizado por la Diputación de Málaga y Cesefor (entidad sin ánimo de lucro castellano-leonesa que lleva más de 20 años trabajando en cuestiones relacionadas con el desarrollo integral del sector forestal) a través de su iniciativa del Club Madera y cuenta con la colaboración de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, del Ayuntamiento de Málaga, de la Fundación «la Caixa» y del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga.
Un espacio que pretende inspirar un cambio hacia un modelo de construcción más sostenible que minimice el impacto ambiental de la edificación, genere empleo cualificado y el uso de biomateriales locales para combatir la despoblación.
Un cambio de paradigma
La jornada ha comenzado con una reflexión sobre las razones por las que apostar por el cambio de modelo de la construcción tradicional a la bioconstrucción en la que han participado Jorge López, Deployment Chief Manager de la New European Bauhaus en la European Cluster Alliance; Carlos Llibre, responsable del Desarrollo de Negocio en 011h, una empresa constructora de nueva generación fundada con el objetivo de utilizar la tecnología para la creación de edificios de viviendas de calidad asequibles en base a criterios de sostenibilidad y salud; Ana Carvajal, delegada en Andalucía de Arquima, empresa líder en la construcción de envolventes de consumo energético nulo o casi nulo y certificadas Passivhaus, con criterios de arquitectura bioclimática y de máxima eficiencia energética y Eva Aguado, coordinadora Territorial Centro-Sur de CaixaBank Dualiza. Este espacio ha estado moderado por la decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga, Susana Gómez.
Entre las ventajas de la bioconstrucción han señalado que más que una técnica constructiva, es un compromiso con la salud del planeta y sus habitantes porque abarca aspectos como la gestión del agua, el uso de energías renovables y la optimización de los recursos naturales disponibles.
Le ha seguido una mesa de debate en el que se ha dado respuesta a la pregunta “¿Puede Andalucía y Málaga apostar por la bioconstrucción a partir de productos locales?” en la que han participado expertos con capacidad de influir en un cambio de paradigma como Gabriel Ángel Gutiérrez, asesor de la Dirección General de Política Forestal y Biodiversidad en la Junta de Andalucía; Javier Calvo, Jefe del Área de Bioeconomía Forestal de Cesefor; Edgar Lafuente, Director ejecutivo del Club Madera, quien ha presentado el proyecto del edificio sostenible que albergará el futuro Centro Formativo Maderaula Lab de la Diputación de Soria y Rafael Cintora, CEO de Redverde Bioconstrucción. Esta mesa de trabajo ha estado moderada por Manuel García, coordinador del área de Formación y Construcción con Madera, Maderaula, dependiente de Cesefor.
Esta última empresa, RedVerde Bioconstrucción, participa en el proyecto europeo Horizon EMBEDED, para la revalorización de biomasa forestal proveniente de los bosques de Málaga y su transferencia hacia la industrialización de placas y paneles estructurales y decorativos para el mundo de la construcción, la ingeniería y la náutica, exportables a regiones europeas. El proyecto, en el que también participan Cesefor y la Diputación de Málaga empieza este mismo mes y tendrá una duración aproximada de tres años.