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@JuanjeFernandez || La victoria cosechada por el Málaga en Riazor ha servido para despejar algunas de las sombras que había sobre ele equipo de Víctor Sánchez del Amo en este primer tercio de competición. Si bien la victoria no ha servido para que el Málaga abandone los puestos de descenso, ha dado cierta tranquilidad y respiro a una afición que no sonreía con un partido de su equipo desde el pasado mes de agosto. Tres puntos que pueden significar un punto de inflexión ante un calendario que ahora sí parece jugar en favor de los de Martiricos.
El partido contra el Oviedo del próximo sábado a las 20:00h se avecina como otro encuentro crucial para el futuro inmediato de un equipo cuyo objetivo no puede ser otro que abandonar los puestos de descenso. Lugar que ocupa en parte por su mala dinámica en casa donde solo ha conseguido sacar tres puntos de los quince que ha disputado. Una dinámica que nada tiene que ver con la conseguida el año pasado tanto con Muñiz en el comienzo de curso como con el propio entrenador madrileño al final.
El Málaga es el peor local de LaLiga y Víctor y sus hombres no piensan en seguir siéndolo ni una jornada más. Con mejores números en casa, la temporada blanquiazul no estaría siendo tan tortuosa. La Rosaleda, uno de los mejores tres estadios de la categoría en cuanto a afluencia de público, se prepara para un duelo que puede dar el empujón definitivo a la reacción que necesitan los jugadores boquerones.