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Si Juanma Rodríguez fue más categórico en los últimos días sobre una plantilla de catorce jugadores, el discurso desde el club pierde fuerza. El prescindir de un efectivo sería la solución más efectiva. El aviso de Ibon Navarro fue contundente, ante esa situación de tener que manejar siete pívots, demasiados para un club fuera de órbita Euroliga. Son días de reflexión en el club. Un fichaje de Olek Balcerowski que estaba por encima de esa coyuntura de plantilla larga. El director deportivo hablaba en la presentación de Olek Balcerowski. Hace diez días reconocía la incomodidad, y hasta la inviabilidad, en la puesta de largo de Killian Tillie como nuevo jugador del Unicaja. «La plantilla nuestra es de catorce jugadores. Hay diferentes situaciones. Tenemos una plantilla de catorce», repetía Rodríguez.
Pero variaba el mensaje. «Mañana no sabemos qué va a pasar, el domingo tampoco. Si algún jugador viene y pide salir, lo valoraremos, pero es algo que no se ha planteado. Hay muchos equipos intentando fichar a un ‘5’ y estamos en septiembre. Es muy complicado. Normalmente viene sin jugar ese jugador, con poco ritmo de pretemporada . La ventaja que tenemos nosotros es que llevamos desde pretemporada. Ojalá sigáis preguntando en los próximos meses de este tema porque significará que no hay lesiones». Ya la temporada pasada fue incómodo con una plantilla de trece, la obligación de descartar a un jugador en partidos de Final Four, Copa del Rey o una Final Four de BCL. El hacer dos, cuando la salud responda, y ha ocurrido en las dos últimas temporadas, agravaría ese problema.
Es una circunstancia de rico la que maneja el Unicaja. Si se produce una salida en estas semanas, algo difícil por los tiempos del mercado, sería en un juego interior masificado. Con ese asterisco de cómo evoluciona el caso de Dylan Osetkowski, que también afecta a la planificación en el corto plazo. No conoce el club ni cuándo se conocerá ni el grado de gravedad.
Sima, frente al Mónaco / UNICAJABFOTOPRESS