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La derrota en La Fonteta deja sus consecuencias en la situación del Unicaja en Liga Endesa. Días antes de viajar a Valencia, volvió el debate en torno a Los Guindos de si aún había margen para arrimarse a los playoffs, el gran objetivo del club al comienzo del curso. Las tres victorias consecutivas invitaban al optimismo, con la certeza de que un triunfo ayer catapultaba a los malagueños para luchar por la segunda fase de la competición. Pero los buenos resultados de los rivales directos dejan a los de Ibon Navarro en tierra de nadie: a tres del Baskonia, UCAM Murcia y Gran Canaria, con solo ocho jornadas por disputar.
Por abajo la renta se mantiene: Casademont Zaragoza es que marca ahora mismo el descenso, aún con ocho triunfos y el average particular perdido con el Unicaja. Salvo una debacle en el último mes de competición, virtualmente no habría problemas para salvar la categoría. Los cajistas han hecho gran parte del trabajo en estas dos semanas, en cuanto a casi certificar la permanencia. Sin embargo, apenas hay expectativas para mirar hacia arriba. El Unicaja es undécimo (11-15), y parece que ahí se va a mantener varias semanas más.
Con la estabilidad en Liga Endesa, en Los Guindos apuntan a la BCL. El equipo malagueño afronta una semana de vida o muerte en la competición continental. Mañana arranca la serie en el Nou Congost ante el BAXI Manresa, una oportunidad de oro para optar a un nuevo título europeo, con el aliciente además que esa Final Four se va a disputar en Bilbao.
Ibon Navarro da indicaciones a Darío Brizuela / UNICAJABFOTOPRESS