Lo que el ojo no vio del Málaga en Santa Eulalia

El choque del Málaga en Santa Eulalia del Río dejó muchas cosas que los aficionados malaguistas no pudieron ver. El hecho de que el partido no fuese televisado hizo que los seguidores blanquiazules no pudieran percibir muchos de los matices de la eliminatoria de Copa del Rey. Lo que el ojo no vio del Málaga en Ibiza lo trae Radio MARCA Málaga. Detalles que explican mejor el empate a uno y el sufrimiento de la tanda de penaltis para un equipo que necesita algo de aire. 

Nadie vio la carrera de urgencia de Nacho Pérez. El segundo entrenador, salió de pronto del vestuario cuando el once titular ya se estaba cambiando. El motivo fue la lesión de Ramón. Nadie vio tampoco la desesperación de Pepe Mel en algunas de las jugadas del partido. El entrenador malaguista no dabe crédito a los ronditos que en el algún momento del partido hicieron los jugadores de la Peña Deportiva, claramente en superioridad. 

Uno de esos cabreos fue con Lumor. El madrileño estuvo toda la primera parte muy encima del defensa. En una jugada en el segundo tiempo, Lumor falló un pase claro. Pepe Mel se dio la vuelta al banquillo y suspiró un “madre mía, hijo, ni un pase a cuatro metros”, mientras negaba con la cabeza. Nadie vio tampoco la charla del entrenador antes de la prórroga, pidiendo a los suyos que abrieran más el campo en bandas y estuvieran más juntos por dentro. 

En los lanzamientos de penalti, el ojo malaguista no vio los nervios de Manolo Reina cada vez que no conseguía atrapar un disparo. Tampoco los de Mel, cuando vio que era el turno de Lumor. No se vio como Edu Frías intentó poner nervioso a Dani Lorenz, sabedor de que es un chaval joven con poco experiencia en esas lides. Ni la reacción de Lumor cuando marcó el gol. El ghanés no lo celebró, tuvo que ser Manolo Reina el que hizo piña con él y el equipo para festejar un indigno pase de ronda. Lo que el ojo no vio del Málaga en Ibiza lo trae Radio MARCA Málaga.

Foto: Arsen Voronyy